Incautados 86.000 artículos falsificados valorados en más de 10 millones de euros y una tonelada de alimentos en mal estado

La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en una operación conjunta desarrollada en las Islas Baleares, se han incautado de un total de 86.000 artículos falsificados, cuyo valor asciende a los 10 millones y medio de euros, además de cinco kilos de cocaína y 1.000 kilos de alimentos en mal estado.
Según informó este jueves el Instituto Armado, la denominada ‘Operación Muralla’ se ha desarrollado mediante el establecimiento de un sistema de control del acceso al interior del territorio balear de mercancías y pasaje a través del Puerto de Palma de Mallorca, con la pretensión de constituir un dispositivo de anticipación en la actuación frente a la llegada de géneros ilícitos que pudieran ser objeto de distribución irregular.
En el transcurso de la investigación, los agentes han detenido a nueve personas como responsables del transporte y almacenamiento de artículos falsificados, a los que se les imputan delitos contra la propiedad industrial. Además, otros dos individuos fueron detenidos en mayo por delitos contra la salud pública cuando pretendían introducir en las Islas cinco kilos de cocaína en Baleares.
GÉNERO INTERVENIDO
En total, han sido intervenidos seis contenedores que transportaban artículos falsificados, junto con la interceptación de tres envíos fraudulentos de este tipo de artículos, el último de ellos practicado el pasado 22 de julio. En los almacenes de distribución registrados por los agentes había más de 86.000 artículos falsificados, cuyo valor tasado ha alcanzado la cifra de 10.503.860 €. Entre este material, cuyo origen se sitúa en empresas domiciliadas en China, Grecia e Indonesia, había prendas de vestir y objetos deportivos, aparatos electrónicos, bolsos de marca y relojes de alta gama.
Anteriormente, en marzo, las fuerzas de seguridad se incautaron de una tonelada de alimentos en mal estado, en su mayoría carnes y embutidos procedentes de Rumanía, que iban a ser destinados a su venta al público. Los víveres habían sido transportados desde Barcelona en el interior de una furgoneta no refrigerada. Esta actuación fue llevada a cabo con la colaboración del Instituto de Sanidad Alimentaria.