IU: un cambio de gobierno vestido de oportunidad

  • Eva Ruiz.

Eva Ruiz.

Sevilla, 5 sep.- La dimisión de José Antonio Griñán quince meses después del pacto de gobierno con Izquierda Unida ha permitido a su socio asistir en primera fila a un relevo que, lejos de poner en peligro su papel como consorte en San Telmo, ha sabido presentar como una oportunidad para afianzar su presencia en la Junta.

Tras llevar a cabo su renovación interna a principios del verano con la elección de Antonio Maíllo como sucesor de Diego Valderas en la coordinación regional, con el adiós de Griñán a IU le ha tocado dar la vuelta a lo que podía haber sido una situación delicada y convertirla en una "oportunidad" y un "logro" para la coalición.

En las últimas semanas los dirigentes de izquierdas se han volcado en repetir dos mensajes: su pacto con el PSOE no peligra porque es sobre políticas y no sobre personas -máxime cuando con la elegida se negoció el pacto de gobierno- y la sombra de los ERE sale del Consejo de Gobierno, lo que es "un avance significativo en consonancia con lo que IU demandaba desde hace tiempo".

Después de la dimisión de Griñán el socio del PSOE reclamó celeridad en el proceso que se abría para poder continuar con la labor en la Junta, y tras el cierre de las primarias celebró que los socialistas fueran resolviendo "sus cosas" para ponerse "en la misma velocidad que IU no ha dejado de tener".

Son palabras de Maíllo, aunque ha sido el coordinador de la Comisión Ejecutiva regional, José Manuel Mariscal, el que ha hablado más claro: "Un cambio de gobierno al año y poco de formarse rompe un objetivo fundamental del acuerdo, que es su propia estabilidad. Esperemos que se vea compensado con una aceleración del necesario trabajo legislativo que hay que impulsar desde la Junta".

Fue también Mariscal quien no dudó en afirmar que IU estaba "felicísima" por el hecho de "sacar el asunto de los ERE de las responsabilidades" del Ejecutivo andaluz, lo que calificó como una "enorme ventaja", en la línea de lo apuntado por Maíllo: "Este Gobierno lo que garantiza es que las prácticas que ha habido en la década pasada no se van a reproducir".

Desde el principio IU dejó claro que estaba dispuesta a asegurar el "espíritu de estabilidad" que proporciona el Ejecutivo de coalición y que necesita una comunidad a su juicio "permanentemente atacada" por el Gobierno central y el PP, y lo hizo aferrándose a un pacto que sigue "vivo, vigente y tiene valor y solidez".

Los dirigentes de IU son "duros en la negociación, pero muy leales en el cumplimiento de los acuerdos", ha proclamado el líder de IULV-CA, que ha hecho hincapié en la necesidad de abordar cuanto antes normas como las relativas a agricultura integral, fiscalidad ecológica o defensa de los productos hipotecarios.

En la coalición se ha defendido a capa y espada que sigan en el Gobierno los tres nombres que figuran desde hace meses: Diego Valderas, vicepresidente y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales; Elena Cortés, responsable de Fomento y Vivienda, y Rafael Rodríguez, titular de Turismo y Comercio.

"Son garantía de estabilidad y de continuidad del trabajo que están desarrollando en sus departamentos", ha defendido Maíllo, consciente de que IU está rentabilizando las políticas sociales puestas en marcha desde la Junta, con el decreto-ley de Vivienda como iniciativa estrella en este año y medio.

Los presupuestos de 2014 aparecen como el próximo reto del acuerdo PSOE-IU. Maíllo ya ha dicho que las cuentas parten "con limitaciones" por el objetivo de déficit del 1 % y ha marcado líneas rojas: educación, sanidad y servicios sociales. "Habrá que romperse la cabeza" para sacarlas adelante, ha dicho.

Sabedores del incremento del apoyo a IU en las encuestas y de las perspectivas de aumentar sus doce diputados actuales, en la coalición no hay ninguna prisa por un adelanto electoral, que descartan además porque consideran que ni a PSOE ni a PP les interesa en este momento.

De puertas para dentro los dirigentes consideran que su situación de cara a esa cita -prevista en principio para la primavera de 2016- es hoy por hoy mejor que las de sus rivales, y descartan que los andaluces tengan que elegir su Parlamento regional antes de los comicios municipales de 2015.

"Una coincidencia con las europeas del próximo año haría que PSOE y PP sufrieran el mismo desgaste en Andalucía que experimentan a nivel nacional. Después de ahí ya puede pasar cualquier cosa", afirman desde una coalición de izquierdas que considera que tiene tiempo para plantearse quién será su candidato.

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