Izquierda y derecha francesas tratan de impedir triunfo electoral del FN

  • El Partido Socialista francés, en el poder, y la oposición de derecha se movilizan para impedir que el ultraderechista Frente Nacional gane el domingo en las urnas una o varias regiones, lo que reforzaría a su líder, Marine Le Pen, de cara a las presidenciales de 2017.

La actitud respecto al FN, que encabezó los resultados de la primera vuelta el 6 de diciembre y quedó en primera posición en seis regiones, acapara la campaña para la segunda vuelta.

Incluso el presidente François Hollande, silencioso hasta ahora sobre estas elecciones regionales, instó el miércoles a "la defensa de los valores de la República".

El jefe de Estado, que habló ante el Consejo de Ministros y fue citado por el portavoz del gobierno, exhortó asimismo a la "claridad en las actitudes, en los comportamientos y en las opciones".

El Partido Socialista retiró sus candidatos en favor de la derecha en las dos regiones en las que la extrema derecha tiene más posibilidades de ganar. Pero en una tercera, el candidato socialista rehusó retirarse, provocando la ira de la dirección del partido.

Por su parte, el expresidente Nicolas Sarkozy, dirigente del principal partido de la oposición de derecha, Los Republicanos (LR), rehusó todo retiro o alianza con los socialistas, posición que también fue criticada por otros dirigentes de la derecha.

La posición de los socialistas es interpretada por algunos como una estrategia dirigida a presentar a François Hollande como la mejor barrera contra Marine Le Pen en 2017. "El gobierno (...) pone en marcha desde ya una estrategia para 2017", estimó el miércoles el diario Libération.

Sarkozy ha fracasado en su estrategia de frenar al FN adoptando un discurso más derechista, señalan incluso políticos de su propio campo.

El ex primer ministro Alain Juppé, adversario de Sarkozy en las primarias de la derecha, estimó ya el lunes que el LR "no es audible" y afirmó que tras las regionales se impondrá un debate interno.

El FN tiene posibilidades de ganar en la segunda vuelta en la región norte (Norte-Paso de Calais-Picardía), en la que se presenta Marine Le Pen, y en el sudeste (Provenza-Alpes-Costa Azul) donde encabeza la lista su sobrina Marion Maréchal-Le Pen.

Ambas obtuvieron más del 40% de los votos en la primera vuelta y, tras el retiro de las listas socialistas, se enfrentarán a sendos candidatos de la derecha.

El vicepresidente del FN, Florian Philippot, tiene la ventaja también en la región nordeste (Alsacia-Champaña-Ardenas-Lorena), en la que la segunda vuelta será triangular a raíz de la negativa del candidato socialista de acatar la decisión de la dirección de su partido de retirarse para "bloquear al Frente Nacional".

El debate es tal al respecto que el primer ministro Manuel Valls y varias otras personalidades del PS llamaron a votar por el candidato de derecha.

Valls reiteró el miércoles que la izquierda no debe "vacilar" en vota por la derecha para bloquear a la extrema derecha, y calificó de "estafa" el discurso del FN.

"Es una estafa", dijo, criticando las proposiciones económicas del FN, como el abandono del euro.

Nicolas Sarkozy también criticó el programa "incoherente" de Marine Le Pen, al tiempo que se dirigía a sus electores para decir que los comprende.

Prueba de los desacuerdos en su partido, varios cabezas de lista en las elecciones regionales se negaron a que el expresidente viniera a sus mitines de campaña, entre ellos su exministro Xavier Bertrand, adversario de Le Pen en el norte.

Por su parte, Marine Le Pen, ironizó sobre el discurso de Sarkozy, que "trata" de "aspirar" a los electores del FN, y el de Bertrand, que "gira" a la izquierda, afirmando que sus adversarios de LR "no tienen convicciones".

bur-mc/dmc

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