Javier Nart, una segunda etapa política desde el trampolín de la televisión

Madrid, 25 may.- Javier Nart entrará en el Parlamento europeo en representación de Ciudadanos, la formación que, tras su paso por el PSOE, le ha permitido disfrutar de una segunda vida política en la que se ha beneficiado de la popularidad lograda como tertuliano en diferentes programas televisivos.

Corresponsal de guerra, prolífico escritor, asesor político y abogado, Nart ocupará -previsiblemente junto con su compañero Juan Carlos Girauta- escaño en el Parlamento europeo y simboliza el salto a la política nacional de Ciutadans, la formación política creada por Albert Rivera en Cataluña.

Nart, nacido en la localidad cántabra de Laredo en 1947 y criado en el País Vasco, se acercó con Ciudadanos en 2006, cuando se firmó el manifiesto con el que nació el partido.

Había pasado más de una década desde que se desvinculara del PSOE, partido al que llegó desde el Partido Socialista Popular Catalán (PSPC).

Para entonces, era conocido en los hogares españoles por su participación como fiscal en el programa de TVE Tribunal Popular, en el que se simulaban juicios de actualidad.

Años más tarde comenzó a participar en otros programas y en los últimos años ha consolidado su papel como tertuliano.

Nart fue corresponsal de guerra durante dos décadas y ha escrito siete libros: "De la intervención francesa a la penetración libia" (1980), "Un rompecabezas de fuerzas guerrilleras" (1980), "Estado de Israel" (1987), "Israel, ¿Estado de derecho?" (1987), "Viaje al otro Brasil" (2003), "Crónica de las delicias de Salvador de Bahía" (2005), "Viaje al desierto: de Kano a El Cairo" (2007).

Es cónsul honorario del Chad y, como tal, participó en 2008 en las gestiones de la liberación de los cooperantes españoles en ese país.

Su nombre apareció vinculado al caso del Palau de la Música de Barcelona, como titular de una cuenta bancaria en Suiza a la que Félix Millet y su esposa efectuaron en mayo de 2005 una transferencia por importe de 31.900 euros.

Nart aportó un certificado de la entidad financiera helvética para acreditar que esa operación fue un error y que el dinero le fue después retirado.