José Bono, 'el Gallardón' del Partido Socialista

Es uno de los veteranos barones del PSOE. Con 59 años de edad y 40 años de político activo es uno de los históricos socialistas, junto a Felipe González, Manuel Chaves o Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Aunque no consiguió la secretaría general del PSOE, ha hecho de casi todo en política: presidente autonómico (1983-2004), ministro de Defensa (2004-2006) y desde 2008 es presidente del Congreso, lo que le convierte en la tercera autoridad del país.

José Bono es uno de esos políticos a quienes no les importa discrepar dentro de su propio partido. Socialista y católico acérrimo, ha sido un dirigente clave para tender una mano desde un partido marcadamente laico hacia un electorado religioso. Con la noticia de su separación conocida este lunes, su perfil católico se ha resentido un poco si bien quienes le conocen, argumentan que a le ha costado mucho tomar la decisión tras casi 30 años de casados.

Precisamente sus raíces católicas y su afán por decir las cosas como las piensa aunque vaya en contra de las tesis del PSOE, ha hecho que en algunas ocasiones haya sido poco entendido por los suyos pero muy querido por los ciudadanos. Prueba de ello son sus seis victorias en Castilla-La Mancha.

Amistad con el alcalde de Madrid

Un aspecto que quizá haya podido ser una de las claves para su mantener a capa y espada su amistad con el popular Alberto Ruiz Gallardón, otro político incomprendido en el seno de su partido, pero muy querido por los votantes. "Ambos rompen clichés establecidos y por eso la gente les aprecia" aseguran fuentes cercanas al también conocido como 'Pepe Bono'.

Ambos defienden extremos poco valorados en sus partidos y, sin embargo, son un valor añadido para sus formaciones. A punto estuvieron de ser rivales políticos cuando se difundió el rumor de que le nombrarían candidato socialista a la Alcaldía de Madrid para intentar arrebatársela a su gran amigo.

Y otro punto que les une es que tanto Gallardón como Bono han aspirado a llegar a La Moncloa, pero el apartato de sus respectivos partidos se lo ha impedido.

Unos meses muy complicados

Como en su día el alcalde de Madrid aunque por motivos diferentes, Bono ha pasado en los últimos meses por un momento difícil en su carrera debido a lo que considera que es "una campaña de insidias" orquestada desde "la extrema derecha" para manchar su imagen. Es decir, por las continuas informaciones sobre el origen ilícito del elevado patrimonio del matrimonio Bono. Y ello ha tenido repercusión en su ámbito familiar.

Hoy, poco después de la noticia de su separación, se ha conocido que la Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado todas las investigaciones sobre su patrimono. Es una buena noticia después de meses de informaciones sobre él y su familia que le han pasado factura.

Fuentes cercanas al presidente del Congreso aseguran que él siempre ha estado convencido de que todo lo se publicó sobre su patrimonio no sale de su partido, sino del PP para tapar "sus vergüenzas". "La campaña de persecución es porque soy socialista, cristiano y defiendo a España"aseguraba el propio Bono a los diputados socialistas en una reunión que mantuvo con ellos el pasado 10 de mayo para agradecerles su apoyo. El presidente del Congreso considera que el PP le quiere hacer daño "por lo que representa" un hombre de su trayectoria política, con seis victorias a sus espaldas que sigue siendo muy querido dentro y fuera de su tierra.

Además del apoyo de su partido, también casi todos los grupos en el Congreso –salvo el PP- han respaldado su ejercicio de transparencia en este asunto. La noticia de que la Fiscalía archiva el ya conocido como 'caso Bono' cierra, en principio, este capítulo.

Una trama que ha afectado a su familia

Durante todo este proceso, Bono siempre ha estado tranquilo, aseguran las mismas fuentes, y sobre todo orgulloso porque considera que ha hecho un ejercicio de "transparencia y destape" que pocos políticos han realizado en este país al dar a conocer toda la información sobre su patrimonio y ganancias. Lo que sí le incomoda es que todo este asunto haya afectando a su familia, ya que se ha visto obligado a dar detalles sobre el patrimonio de sus hijos o sus declaraciones de impuestos que han causado malestar en el seno familiar.

Tras la decisión de la Fiscalía del Supremo, Bono sale limpio de toda esta historia, pero ha tenido que pagar un alto precio: la ruptura de su matrimonio. Llevaba casi 30 años casado con Ana María Rodríguez, madre de sus cuatro hijos: Amelia, Ana, José y Sofía.

Político desde los 19 años

Su trayectoria política empezó con apenas 19 años cuando ingresó en la formación socialista. Sólo 14 años después se convirtió en el primer presidente autonómico de Castilla-La Mancha, cargó que ocupó durante 21 años. Únicamente se decidió a abandonar su Mancha natal cuando Zapatero le llamó para dirigir el Ministerio de Defensa, uno de los departamentos con más peso político del Ejecutivo.

Una llamada que aceptó pese a haber sido derrotado cuatro años antes por un desconocido leonés que sorprendió a muchos al hacerse con la Secretaria General del PSOE. Era José Luis Rodríguez Zapatero, quien le arrebató su sueño de dirigir el partido por sólo nueve votos de diferencia.

Una crisis anterior en el seno de su matrimonio

Sin embargo, la intensidad de la política nacional empezó a hacer mella en Bono y dos años después de ser nombrado ministro decidió abandonar la política. No tenía tiempo para su familia e, incluso, llegó a decir que esto estaba haciendo fracasar su matrimonio. Y es que allá por 2006 el matrimonio Bono sufrió una crisis matrimonial por la que el ahora presidente del Congreso decidió dejar un poco de lado su carrera –en aquellos momentos era uno de los ministros más populares- para centrarse en una de las cosas que más le importa, su familia.

La familia pesa mucho en las decisiones del ahora presidente del Congreso y explica, por ejemplo, que pese a tener residencia oficial en Madrid por el cargo que ocupa, todos los días coge el AVE desde Toledo para ir a trabajar a la capital.

Poco pudo estar Bono alejado de la política. Le volvió a picar el gusanillo y aceptó una nueva petición de Zapatero para ser presidente del Congreso en la segunda legislatura localista del siglo XXI. Ahora, tras su separación, Bono podría volcarse de lleno en su profesión. Su nombre nunca ha desaparecido de las listas sobre posibles candidatos a suceder a Zapatero al frente del Partido Socialista.

En la Cámara Baja tenía la gran tarea de suplir a uno de los presidentes más queridos en el Parlamento nacional, Manuel Marín, aunque Bono está tratando de dejar su huella también. Aunque se ha visto obligado a tener que aceptar que haya plenos en enero y julio por la polémica sobre lo largas que son las vacaciones de los parlamentarios, el presidente del Congreso ha sido el principal defensor de la labor de los diputados.

Fue muy agradecida por todos los grupos la carta que envió en medio de la discusión sobre las pensiones de los diputados. En la misiva comparaba que el presupuesto de la Cámara Baja es casi equivalente al fichaje de Ronaldo.

Sus hobbies

La fotografía y la lectura son sus principales hobbies, según quienes le conocen. Pero además, destaca por ser "un enamorado de las nuevas tecnologías". "A sus 59 años reacciona ante un ordenador como un joven de 20", aseguran. Y es cierto que mientras dirige con mano de hierro a sus señorías desde su silla en el Congreso, se le puede ver consultando su pda y trabajar con el ordenador.

Todo esta trayectoria es la que el político manchego está describiendo con todo detalle en sus memorias, que serán publicadas por Planeta. De hecho son uno de los ingresos que el presidente del Congreso ha declarado en la polémica levantada por el incremento de su patrimonio.