José Bretón ha enviado una nueva carta a ABC Córdoba compuesta por ocho hojas cuadriculadas. En las cartas los márgenes no existen. Exprime todo lo que el papel le permite. Ni rastro de renglones torcidos y tan sólo dos tachones en todo el texto. Eso sí, la rabia se nota en cada una de las palabras.
La carta, cargada con la rabia anteriormente dicha, es la carta de un condenado a 40 años por el presunto asesinato de sus dos hijos. Presunto, porque la sentencia aun no es firme. El resto se lo guarda para él, pero sólo en algunos momentos deja ver la impotencia que siente al estar encerrado en la cárcel.
El escrito, que titula 'Auténticas pruebas para demostrar verdaderas falsedades', Bretón enumera todo lo que para él son contradicciones y mentiras. Y para ello se centra en dos cuestiones, los huesos que se encontraron en las Quemadillas y el otro la hoguera donde fueron quemados los restos.
"Mi candela no reúne las condiciones necesarias para incinerar nada". "En las primeras fotos que se hicieron, se aprecia cómo el diámetro es de apenas un metro cuadrado. En fotos siempre posteriores, al extender las cenizas, hacen que una simple candela se convierta en una enorme hoguera de casi tres metros cuadrados".
En cuanto a los restos óseos, el inculpado insiste en la teoría de la conspiración y en que los huesos fueron cambiados.
Dedica también unas palabras al perito policial Josefina Lamas, quien elaboró el informe que decía que los restos eran de animales. "Cómo me voy a creer que, con su gran experiencia, se equivocó y luego, diez meses después 'se iluminó' y rectificó", dice Bretón.
También insiste que sus hijos van a aparecer y asegura que "¿Qué pasará cuando mi Ruth y José aparezcan?".
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