Jóvenes y no tan jóvenes en un parlamento a pie de calle

  • Cristina Gallardo

El Movimiento 15-M no ha decidido aún qué hará tras el pronunciamiento de Junta Electral Central
El Movimiento 15-M no ha decidido aún qué hará tras el pronunciamiento de Junta Electral Central

Cristina Gallardo

Madrid.- No hay escaños, ni la solemnidad de una sesión en las Cámaras, pero en la Puerta del Sol, escenario desde el domingo de una protesta que ya es multitudinaria, la palabra, el debate, está a pie de calle, entre jóvenes y no tan jóvenes.

De ayer a hoy, los corrillos de debate han proliferado en el corazón de Madrid, entre personas, hombres y mujeres, que han redescubierto el placer de la palabra, de la discusión pacífica y espontánea entre desconocidos y en plena vía pública.

Aarón, treintañero y en paro, uno de los participantes en estos debates improvisados, ha comentado a EFE que la intención es "reflexionar sobre lo que nos interesa para nuestro país" y "adquirir cultura política".

Isaac, criminalista, de origen africano, con apariencia de superar los 40, veinte de los cuales lleva viviendo en España, ha querido acercarse a la Puerta del Sol para "solidarizarse" con los jóvenes, porque, dice, "tienen razón".

"Los frutos de la democracia deben ser para todos, no sólo para unos pocos. Los chicos tienen toda la razón de manifestarse. He venido a ver el ambiente y si hace falta volvería a dormir aquí", añade Isaac.

José está jubilado. Antes de acudir a la plaza ha querido informarse, a través de internet, de las propuestas de los manifestantes. "Estoy de acuerdo con muchas de ellas, como la reforma de la ley electoral, la independencia del poder judicial y los sueldos desmedidos de los políticos", comenta en una conversación con EFE.

En el mismo sentido se expresa Aitor, un vendedor de 33 años que está convencido de que "esta iniciativa puede dar un toque de atención a la clase política y a los altos estamentos de este país. Pero, si se vinculan a una formación concreta, se disolverá muy rápido".

Al salir del trabajo, y antes de irse a casa, Maite y Eduardo han querido darse una vuelta por Sol, "por curiosidad", reconoce él. "Está muy bien organizado. Nosotros también estamos indignados y preocupados por nuestros hijos. La acusación de antisistema no se ajusta a lo que vemos. Volveremos mañana y el sábado" insiste.

El motivo principal por el que Javier, un abogado de 33 años, se ha acercado al conocido como "kilómetro cero", es que todo le parece "muy novedoso". "Me gusta -dice- conocer lo que opinan otras personas. Muchos de los que están aquí nunca han ido a una manifestación y no suelen hablar de política, pero se discute de forma constructiva".

Manuel, un padre de familia de 62 años, participa activamente en distintos corrillos en los que se discute sobre el desempleo. "Tengo hijos y espero tener nietos, así que he venido a apoyar a muerte a estos muchachos. Hay mucho contraste de ideas y la gente debate pacíficamente. He visto personas que se han definido como comunistas y otros del PP, y no ha habido ningún problema. Creo que va a durar en el tiempo. Espero que sea así". EFE

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