Junts y la CUP se vuelven a citar enrocados sobre Mas

    • Las posturas sobre el candidato siguen siendo el obstáculo insalvable para el acuerdo.
    • Mas trata de aprovechar las divisiones de los anticapitalistas, a los que responsabiliza de bloquear el procés.
El líder de la CUP, Antonio Baños, y el president en funciones, Artur Mas, en el Parlament.
El líder de la CUP, Antonio Baños, y el president en funciones, Artur Mas, en el Parlament.

Enrocado en su postura de no ceder en la presidencia, Mas pareció asumir este jueves que las elecciones son inevitables. La única posibilidad de que esto no ocurriese sería que él mismo no fuese candidato, y eso supondría aceptar en cuestión de horas la condición a la que desde Junts no se ha accedido en estos tres meses.

Aún así, el todavía president en funciones se resistió a una convocatoria inmediata. La emplazó al lunes, el día en que vence el plazo establecido por la ley para la disolución automática del Parlament, pidiendo a la CUP un último esfuerzo para lograr un acuerdo. En realidad, no a toda la CUP. A la mitad, dijo expresamente, ese cincuenta por ciento que le veta el ser investido.

Los anticapitalistas insisten en que la única posibilidad para salvar el inicio de legislatura pasa porque Junts proponga un candidato alternativo, a poder ser, Junqueras. Pero el líder de ERC- a regañadientes- ha prometido mantenerse fiel al acuerdo pactado en junio con CDC para concurrir de forma conjunta el 27-S y por el que Mas sería el único presidenciable.

Aún así, Junts y la CUP intentarán mañana un nuevo acercamiento. Será con toda probabilidad el último, teniendo en cuenta que los plazos se agotan y que ninguno está dispuesto a ceder en las posturas hasta ahora mantenidas, pero que para ambos tiene un sentido estratégico: que cada uno por su parte lo ha intentado todo para salvar el procés.6 de marzo, fecha probable para las elecciones

El encuentro fue solicitado este martes por los antisistema, y reclamado también por las entidades civiles por la independencia, como la ANC, que exigió de nuevo a los 72 diputados independentistas que sigan negociando a contrarreloj. Junts aceptó la 'invitación'. Pero poco hace prever que algo cambie en esa cita, con lo que los comicios parecen inevitables. El 6 de marzo es la fecha que maneja el propio Maspara que los catalanes acudan de nuevo a las urnas, por cuarta vez en cinco años.

La condición de la CUP, insalvable hoy por hoy para Junts, es "una nueva candidatura a la Presidencia que refleje los cambios sociales y políticos de los últimos años y un plan de choque mucho más ambicioso", según expresó este martes en una carta remitida a la coalición y a las entidades independentistas.Mas trata de aprovechar la fractura de la CUP

El exdiputado y cabeza de lista de la organización,Antonio Bañosque el lunes renunció a su acta por disconformidad con el acuerdo alcanzado en el Consejo Político que rechazó a Mas-consideró ayer que ese plan de choque, pese a resultar mejorable, era para él "suficiente" para desatascar el arranque de legislatura. Baños insistió en que Mas no es su candidato, pero resumió que es el "mal menor" para que el Gobeirno "de ruptura" eche a andar cuanto antes.

El 'president' trata de sacar rédito de esaevidente división entre los anticapitalistas para convencerles de que aún es posible. Al menos, para seducir in extremis a dos de los diez diputados que la CUP tiene en el Parlament. "Nos ponemos a disposición de un último intento. Y queremos ponernos a disposición de encontrarnos y en el tiempo que se nos diga para poder desencallar la situación. Tenemos obligación y el mandato democrático de agotar el calendario", apremió también ayer el número uno de Junts, Raül Romeva. Romeva sería del gusto de la CUP para desencallar esa situación- fue de hecho el candidato 'formal' propuesto como alternativa por los anticapitalistas antes el debate de investidura- pero él sigue descartando el escenario. "El nombre sigue siendo el que ha sido siempre", despejó una vez más ante la posibilidad de una sorpresa de última hora.

La reunión se celebrará en un clima áspero, teniendo en cuenta el tono empleado ayer por Mas en su primera comparecencia pública tras conocerse el veto. El president en funciones empleó hora y media en abroncar a la CUP por no haberle investido. "Mi error fue pensar que tenían sentido de país", "la construcción de la soberanía nacional no se puede hacer con esa mentalidad", les espetó, entre otros reproches.

Después, evidenció la fractura de la formación y dejó claro que la culpa de que el procés se bloquease la tenían los antisistema. Para Mas, no proponer otro candidato es, dijo, cuestión de "dignidad"- "la presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado"- y "eficacia". "Convertir a Cataluñaen Estado requiere sumar y no restar, votar y no vetar", advirtió, viniendo a decir que, si él renuncia, la hoja de ruta llega a su fin.

Horas después, la CUP respondía en un comunicado en el que aseguraban haberse sentido insultados. "No entraremos en el vocabulario agresivo, el discurso fratricida ni las faltas de respeto a toda la izquierda independentista", lamentaban.

En los próximos días habrá de despejarse también la otra incógnita que plantean unos nuevos comicios. La continuidad de la propia Junts. El debate provoca divisiones entre los socios: CDC apuesta por repetir, ERC sabe que no conviene a sus intereses electorales. No obstante, los republicanos miden los tiempos. Antes de plantear el debate quieren dar por zanjada la investidura.

Mostrar comentarios