Jurowski y London Philharmonic arriesgan para una clausura "Heroica" del FIS

  • Con los compases de la sinfonía "Heroica" de Beethoven, para rematar un programa algo arriesgado, Vladimir Jurowski y la London Philharmonic Orchestra han clausurado este domingo la 63 edición del Festival Internacional de Santander (FIS).

Magdalena Vallejo

Santander, 31 ago.- Con los compases de la sinfonía "Heroica" de Beethoven, para rematar un programa algo arriesgado, Vladimir Jurowski y la London Philharmonic Orchestra han clausurado este domingo la 63 edición del Festival Internacional de Santander (FIS).

Bajo la batuta del director ruso, la Filarmónica de Londres ha tendido un puente musical entre siglos, desde la actualidad hasta llegar en un viaje hacia atrás al que, para Jurowski, sigue siendo el mejor compositor de todos los tiempos, Ludwig van Beethoven.

Su tercera sinfonía, la "Heroica", ha sonado en la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria con la intensidad de una orquesta todo complicidad con su director que, a sus 42 años y después de 20 de trayectoria -los siete últimos como director oficial de la London Philharmonic-, empieza ahora a considerarse un "profesional" en este oficio.

Beethoven, el compositor que Jurowski considera capaz de "redimir" cualquier programa, también ha obrado ese papel esta noche con su tercera sinfonía.

La "Heroica" -interpretada por primera vez en público en 1805- ha cerrado un concierto que arrancó con una pieza compuesta casi 200 años después: "Chorale" (2002), del finlandés Magnus Lindberg.

Una composición breve en la que Lindberg, que este septiembre se estrena como compositor residente de la London Philharmonic, reinterpreta el coral "Est ist genug", de Johann Sebastian Bach, y brinda a la orquesta la posibilidad de mostrar todos sus colores.

Y entre Beethoven y Lindberg, el húngaro Béla Bartók, el compositor modernista que -en palabras de Jurowski- "miraba a los clásicos", ha actuado de nexo de unión con su Concierto para violín número 2 en si menor (1937), interpretado por Patricia Kopatchinskaja como solista.

La violinista moldava, que ha recorrido esta temporada junto a la London Philharmonic escenarios de Viena, París y Stuttgart, ha hecho gala en Santander del virtuosismo y espontaneidad que la han llevado a cosechar galardones como el de Mejor Instrumentista de 2014, de la Real Sociedad Filarmónica del Reino Unido.

Descalza sobre el escenario, con un vestido negro con el bajo terminado en tul rojo y amarillo, la violinista ha demostrado en su ejecución ímpetu y una gran expresividad, y ha respondido a los aplausos con un bis, en diálogo con el primer violín de la orquesta, Pieter Schoeman, con la "Balada si joc", de György Ligeti.

A continuación, Kopatchinskaja se ha sumado como una más a la orquesta, con el grupo de segundos violines, para interpretar la "Heroica".

Después de ganarse al público en un primer concierto, el sábado, con un programa más tradicional, conjugando el romanticismo de Tchaikovsky con la elegancia del violonchelista noruego Truls Mork interpretando una partitura de Antonín Dvorák, la Filarmónica de Londres ha optado para clausurar el FIS por una propuesta algo más arriesgada.

Y la orquesta, fundada en 1932 por Sir Thomas Beecham y una de las más reconocidas internacionalmente por su trayectoria y espíritu de vanguardia, se ha llevado el aplauso de un auditorio no tan lleno como en el recital anterior.

Para el Festival Internacional de Santander, ésta ha sido una jornada doblemente esperada, porque además de poner el broche a casi un mes de espectáculos, mitiga el sinsabor que dejó hace ahora un año la cancelación del concierto final de la pasada edición.

Doble es, también, la satisfacción de los organizadores del festival, encabezados por su director, Jaime Martín, que completan su segunda edición al frente del certamen con buena respuesta de público y con el triunfo moral de haber ganado la batalla judicial por la cancelación de hace un año.

Con este concierto se echa el telón a la 63 edición del FIS, que ha estado cosido de principio a fin por la música sinfónica y aderezado con el ciclo de cámara, la lírica o la danza, entre otras propuestas.

La clausura ha vuelto a ser también, en parte, un evento social que ha reunido en el palco del Palacio de Festivales, entre otros, al presidente de Cantabria, Ignacio Diego; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz; el presidente del Parlamento, José Antonio Cagigas, y el presidente de E.ON en España (empresa patrocinadora del concierto), Miguel Antoñanzas.

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