La abstención de ciu evapora el debate sobre la independencia de cataluña


La abstención anunciada de CiU en el debate en el Parlament de Catalunya de una proposición no de ley de Solidaritat para declarar la independencia favoreció este miércoles posponer sine die el debate sobre una cuestión con la que el actual Govern de Artur Mas está acuerdo, aunque "no en el cómo ni el cuándo".
Con estas palabras interpretó el diputado autonómico de CiU Jordi Turull la voluntad de un Ejecutivo, el que preside Artur Mas, de no abordar el debate de la independencia en este momento, entre otras razones porque no está en el programa electoral de CiU. De hecho, el propio Mas solo asistió al pleno para votar.
El Pleno del Parlament que abordó esta iniciativa legislativa se prolongó por espacio de dos horas y concluyó con el sobreseimiento de la misma gracias, sobre todo, a la abstención, de CiU. Lo que se votó fue el conjunto de las tres enmiendas a la totalidad que presentaron sucesivamente el PP, PSC, C's e ICV-EUiA, con el resultado de 71 abstenciones, 49 síes y 13 noes, de un total de 133 votos emitidos.
Antoni Strubell fue el diputado de Solidaritat encargado de destapar el debate afirmando que el tema de la independencia nacional, "guste o no guste", no deja indiferente a nadie, al tiempo que autoevaluó que la iniciativa de su suubgrupo parlamentario requiere "valentía y decisión".
Porque, advirtió, de la crisis "sin un Estado propio no saldremos". "El café para todos" actual, aseguró, "se ha aplicado para anular a Cataluña" y, frente a ello, "los catalanes hemos de decir basta".
La parlamentaria popular Llano de Luna fue la primera en defender una de las enmiendas a la totalidad al texto legislativo, y afirmó, en una intervención desarrollada íntegramente en el idioma castellano, que es un "día enormemente triste para los ciudadanos que no queremos separarnos de España".
Al respecto, culpó a CiU por permitir en su día el trámite de esta iniciativa en la Mesa del Parlament. "Una Cataluña independiente sería una nación deficitaria" en lo económico, advirtió, por lo demás.
La socialista Monserrat Tura trató de conciliar unos y otros intereses, de modo que arrancó señalando que aunque "algunos dirán que este debate no toca, que el pueblo catalán tienen otras preocupaciones, es bien cierto que estos problemas no deben esconderse" porque "el encaje de nuestro país en España y Europa no es un problema menor".
"Ningún obstáculo ha de impedir que Cataluña eliga su propio destino", aunque apuntó: "El debate sobre la libertad no se puede dejar solo en manos de los independientes".
Reconoció que "el deseo de independencia crece", pero aclaró que "tenemos la obligación de decir que no romperemos el orden constitucional"; bien al contrario, dijo, "lo promocionaremos. No será fácil, pero nuestra situación es mejor que la de nuestros antecesores que lo intentaron".
En este contexto, llamó al resto de partidos para conseguir las mayorías necesarias "que hagan posible que leyes cambien leyes", pero siemre en un marco que no fuerce el orden constitucional "por el que han muerto muchos catalanes".
Para Albert Rivera, de Ciutadans, la propuesta de Solidaritat de que el Parlament declare unilateralmente la independencia "puede ser delictivo según el Codigo Penal", mientras que Jaume Bosch, de ICV-EUiA, la rechazó porque toda propuesta de independencia no puede pasar sin consultar previamente a los ciudadanos. "Para nosotros", dijo, "el debate pasa por una consulta a fin de que la población decida en libertad".
En la misma dirección se manifestó Anna Simó, de ERC, quien aseguró que "no concebimos ningún paso crucial para el país sin urnas que le den apoyo".
Una de las voces más esperadas de la tarde fue la del parlamentario de CiU Jordi Turull, a la vista de que Artur Mas ni se molestó en acudir al Pleno después de comer. "No esquivamos este debate", aseveró, para aclarar que "hemos de tener presente una premisa, para no despistar el debate: que es que hay mucha gente que estamos de acuerdo con el qué, lo que no quiere decir que lo estemos con el cómo ni con el cuándo".
Para Turull, se "genera más potencia y credibilidad" con la apuesta, "por primera vez de un president (en alusión a Mas) de iniciar una nueva transición, que con el grito permanente de independencia".

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