La alianza del presidente Rajapaksa, llamada a afianzar su poder en las legislativas

Nueva Delhi.- Sri Lanka celebra este jueves unas elecciones al Parlamento en las que el presidente, Mahinda Rajapaksa, espera afianzar su mandato con una victoria de la gobernante Alianza para la Libertad del Pueblo Unido (UPFA), que parte como favorita.

El jefe de la Comisión Electoral, Dayananda Disanayake, aseguró que los preparativos para los comicios han concluido y que el desplazamiento del personal electoral a los centros de votación está en marcha, según un comunicado oficial.

Los colegios electorales abrirán sus puertas para unos 14 millones de electores, de los cuales en torno a 1,5 pertenecen a la minoría tamil, en medio de fuertes medidas de seguridad para evitar episodios de violencia durante los comicios.

Estas son las primeras legislativas que se celebran tras el fin en 2009 de la guerra que enfrentó durante dos décadas y media a la guerrilla tamil y el Ejército de Sri Lanka, una victoria ya capitalizada en las urnas en enero pasado por Rajapaksa, quien renovó mandato como presidente.

Las autoridades han ordenado el despliegue de 58.000 agentes policiales y 19.500 soldados por toda la isla para garantizar la seguridad en las elecciones, que se celebrarán bajo las normas del estado de excepción, vigente en el país pese a las promesas de Rajapaksa de relajarlo tras el fin de la contienda.

Los 14.088.500 ceilaneses convocados a las urnas decidirán mañana la nueva composición del Parlamento a través de un sistema electoral mixto.

Los votantes escogen a 196 diputados entre los 7.620 candidatos que concurren a estos comicios repartidos entre las 22 circunscripciones electorales del Estado insular.

Los 29 escaños restantes, hasta alcanzar los 225 asientos que integran la Cámara, se distribuyen entre las formaciones políticas más votadas a nivel nacional y son los partidos los encargados de designar a la persona que los ocupará.

Los analistas otorgan la victoria a la gobernante UPFA, que podría ampliar su ventaja en la Cámara, donde actualmente tiene 105 escaños frente a los 82 del Partido Nacional Unido, la principal fuerza de la oposición.

Durante la campaña electoral, Rajapaksa se mostró confiado en la victoria, que miembros de su partido han situado en dos tercios de la Cámara.

El que fuera máximo rival de Rajapaksa en los comicios a la Presidencia, el ex general Sarath Fonseka, se presenta como candidato a las legislativas de la opositora Alianza Democrática Nacional, y lo hace desde un condominio militar a las afueras de Colombo en el que se encuentra encarcelado desde febrero.

Fonseka, que mandó a las tropas ceilanesas en su victoria militar frente a la guerrilla tamil, se enfrenta a dos cortes marciales por presunta participación en actividades políticas cuando estaba al frente de las Fuerzas Armadas, además de otros cuatro cargos por violación de los procedimientos de suministro del Ejército.

Como ya sucedió en los comicios de enero, ni la ONU ni la UE han desplazado observadores para supervisar el desarrollo de los comicios, ya que la Comisión Electoral no llegó a enviar una petición formal alegando que no iba en el interés de todos los partidos del arco político ceilanés, según una fuente diplomática consultada por Efe.

Una vez más, la supervisión de la transparencia del proceso recaerá en las plataformas de observación electoral ceilanesas, que no tienen autorización para acceder a los centros de recuento.

"Tras las elecciones presidenciales había una fuerte demanda para que los observadores pudieran acceder a los centros de recuento, pero no están autorizados", dijo a Efe el director de la plataforma Campaña por unas Elecciones Libres y Justas (CaFFE), Keerthi Tennakoon.

Según Tennakoon, su organización destacará mañana a 6.500 observadores, que disponen de "un acceso limitado" a los centros de votación y que durante la jornada irán informando del desarrollo de los comicios.

De acuerdo con el censo electoral, los distritos de mayoría tamil, en el norte y este de la isla, concentran 1,5 millones de votantes.

En esta ocasión, la Comisión Electoral ha facilitado la cifra de desplazados por la guerra registrados para votar, un total de 45.692, de los que 32.422 proceden de la región septentrional de Vanni, la zona más castigada por los combates.