La casera del espía británico muerto lo había hallado antes atado a su cama

  • La casera del agente de los servicios de inteligencia británicos (MI6) Gareth Williams, hallado muerto en su apartamento en 2010 dentro de una bolsa de deporte cerrada con un candado, declaró hoy que anteriormente había encontrado al espía atado a su cama.

Londres, 25 abr.- La casera del agente de los servicios de inteligencia británicos (MI6) Gareth Williams, hallado muerto en su apartamento en 2010 dentro de una bolsa de deporte cerrada con un candado, declaró hoy que anteriormente había encontrado al espía atado a su cama.

La casera Jennifer Elliot aseguró hoy, dentro la investigación judicial sobre la misteriosa muerte del espía, que una vez Williams les pidió ayuda a ella y a su marido para que le ayudaran a desatarse de su propia cama.

Aunque el espía les explicó que estaba practicando el arte del escapismo, Elliot y su marido sospechan que el incidente tenía una motivación sexual, ya que Williams iba solo en calzoncillos.

El cadáver del agente, un matemático de 31 años dedicado a descifrar códigos para los servicios secretos del Reino Unido, fue encontrado el 23 de agosto de 2010, dos semanas después de su muerte, dentro de una gran bolsa de deporte cerrada con un candado en el cuarto de baño de su apartamento de Londres.

La autopsia no pudo determinar las causas de una muerte que la policía considera "sospechosa e inexplicada", por lo que, según el sistema británico, debe ser un magistrado forense quien determine las circunstancias del fallecimiento a través de una investigación judicial.

El eje sobre el que gira el proceso, iniciado el lunes pasado en un tribunal forense de la capital británica, será determinar si Williams se suicidó o si otra persona estuvo implicada en su muerte.

Durante la jornada de hoy también declararon el jefe del agente en el MI6 y el superintendente de un comando antiterrorista de la policía de Londres Michael Broster, quien descartó que la muerte de Williams esté relacionada con su trabajo en los servicios de inteligencia.

El superior del espía en el MI6, que mantuvo oculta su identidad por motivos de seguridad, lamentó no haber alertado antes de la ausencia de Williams en su trabajo y aseguró que, de haber sabido lo que había pasado, habría tomado medidas con más celeridad.

El pasado martes, la inspectora Jackie Sebire reveló que se encontraron "dos pequeños rastros de ADN de otras personas" en la cremallera de la bolsa de deporte y el candado.

El cadáver de Williams no mostraba signos de violencia y los análisis de sangre no revelaron que hubiera sido drogado ni envenenado.

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