La cercanía al poder provoca en Podemos síntomas de crisis ideológica

Se acercan las elecciones autonómicas y con ellas la primera prueba de fuego de la política española, quizá la que anticipe cuál será el escenario que se verá en las próximas elecciones generales. Queda menos de un mes para los comicios y las encuestas ya no anuncian tan buenos resultados para la formación liderada por Pablo Iglesias. Y la cuestión sobre la ideología de Podemos planea en el presente.

La última de las decisiones cruciales en la formación violeta ha sido la dimisión por sorpresa de Juan Carlos Monedero. Horas antes había mostrado su disconformidad y desencanto con el partido.

Según las últimas encuestas Podemos lograría en torno al 15% de los votos. Este porcentaje, siempre hablando de intención de voto, era casi el doble si echamos un vistazo a los sondeos de hace unos meses: la formación obtenía en torno al 25% o incluso rozaba el 30%. Si bien Podemos pierde porciones de la tarta electoral, Ciudadanos vive una espiral de éxito: sigue subiendo en las encuestas.

Muchos de los potenciales votantes de Podemos se han dispersado y Ciudadanos ya hace más daño al Partido Popular que Podemos al PSOE, informa Enrique Morales.

Pero más allá de la cuestión de las cifras, cabe preguntarse si las diferencias ideológicas y de estructura son las que también están haciendo daño a Podemos. Este jueves Juan Carlos Monedero, número tres e ideólogo, ha dejado patente el papel de díscolo dentro del partido, un papel que ya venía anticipando con su comportamiento desde hace unos meses.Monedero huía de la partitocracia

Monedero ha sido crítico con su formación, en una entrevista en La Cafetera se ha mostrado desencantado, considera que Podemos ha perdido la frescura con la que empezó su andadura. La partitocracia, ha asegurado, es una disciplina que puede perjudicar a su partido: "Podemos debe dejar de mirarse en espejos que no son los suyos y para eso tenemos que quitarnos las telarañas de las urgencias de la partitocracia".

Monedero se ha venido ha distanciado de la primera línea de la política, de la primera línea de su partido, puede que, en parte, y como ideólogo que fue, sea por el giro hacia el centro discursivo que ahora propone Pablo Iglesias.

Los casos de presunta corrupción en los que se han visto involucrados tanto Errejón como Monedero también han lastrado la imagen del partido, al que se le ha acusado de predicar pero no con el mismo ejemplo, precisamente.

El prestigioso periodista Ramón Lobo, en una entrevista que publicó este medio, califica a Monedero como "el Alfonso Guerra de Podemos", un hombre "que se quedará fuera del partido". Sus palabras fueron premonitorias.La sombra del chavismo

Podemos no ha conseguido, en este tiempo, limpiar la imagen de partido chavista que predicaba en el pasado y que ahora ha decidido dejar atrás. Son conocidas las intervenciones en "La Tuerka" de Chávez y las alusiones de Pablo Iglesias al modelo económico y político del chavismo.

Ahora la formación vira hacia un discurso más centrado, menos de extrema izquierda, y quizá los votantes que los veían como una alternativa de este corte se sienten desencantados.

La batallla por el centro es la que se disputan los partidos políticos en España, más de un 21% de los españoles, según el CIS, se confiesan como de centro.

Algo está pasando con Podemos, una formación que ha tocado techo y que ahora los expertos creen que se desinfla. A la vista está en función de los resultados. Desde las candidaturas regionales también se han evidenciado problemas recientemente: son los casos de Euskadi y La Rioja. En ambas comunidades se ha dado el mismo caso: los integrantes de la línea crítica han mantenido presuntas discrepancias con la dirección nacional.

Más allá de las pequeñas crisis de dentro del partido, Joaquín Sabina también ha opinado sobre el devenir y el presente de Podemos, lo ha hecho en México: "Ha sido un absoluto terremoto desde el punto de vista de expectación política, de nueva participación de gente joven que había abandonado la política o que nunca se había interesado por ella". No obstante, "se están desvirtuando un poquito, pero hay que esperar a las elecciones".