Estas cifras, incluidas en las previsiones económicas de otoño de la Comisión, difieren de las presentadas a principios de octubre. Y están lejos de los objetivos de España, de un déficit de 4,2% del PIB este año y por debajo de 3% (2,8%) en 2016.
El gobierno conservador de Mariano Rajoy enarbola esos objetivos de cara a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre.
Los criterios del Pacto europeo de Estabilidad y de Crecimiento estipulan un déficit máximo de 3% del PIB. La Comisión puede pedir correcciones a los presupuestos nacionales y emitir recomendaciones para que las proyecciones concuerden con los objetivos.
La Comisión señala sin embargo que no puede establecer con certeza el riesgo de déficit, ya que no puede evaluar el nivel del gasto público de los gobiernos regionales.
"En la zona euro, sólo Francia, España y Grecia tendrán un déficit superior a 3% del PIB en 2016", dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en una conferencia de prensa.
En cuanto al crecimiento, España, cuarta economía de la zona euro, expandirá su PIB de 3,1% este año, de 2,7% en 2016, más que lo pronosticado en mayo, y de 2,4% en 2017.
La expansión del PIB se explica principalmente por el consumo interno español, según la Comisión, que menciona igualmente la baja inflación (-0,5 en 2015, 0,7% en 2016 y 1,2% en 2017), las reducciones de impuestos a los ingresos y una mejoría del mercado laboral.
El desempleo, que a fines de 2014 era de 23,7%, caerá este año a 21,1%, según las previsiones españolas. La Comisión anuncia que la tendencia se mantendrá, con un índice de paro 20,5% en 2016 y de 19% en 2017. Así y todo, el desempleo en España seguirá siendo el segundo más elevado de la Unión Europea, después de Grecia.
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