La CPI insta a los países a respaldar su labor para que casos no sean futiles

  • La Corte Penal Internacional (CPI) ha registrado el ejercicio más intenso hasta la fecha, según consta en informe anual 2012-2013 publicado hoy, en el que afirma que los casos que se remiten al tribunal corren el riesgo de convertirse en futiles sin el necesario respaldo para hacer cumplir sus decisiones.

Bruselas, 8 oct.- La Corte Penal Internacional (CPI) ha registrado el ejercicio más intenso hasta la fecha, según consta en informe anual 2012-2013 publicado hoy, en el que afirma que los casos que se remiten al tribunal corren el riesgo de convertirse en futiles sin el necesario respaldo para hacer cumplir sus decisiones.

El informe, que abarca el período comprendido entre el 1 de agosto de 2012 y el 31 de julio de 2013, es el noveno de la CPI y refleja el "año más atareado" en el alto tribunal de las Naciones Unidas responsable de juzgar genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

La CPI valora el respaldo operativo que recibe por parte de la ONU y la aprobación de una política revisada de las Naciones Unidas que limita los contactos de funcionarios de este organismo internacional con personas objeto de una orden de detención.

No obstante, al mismo tiempo alerta de que los casos que el Consejo de Seguridad de la ONU remite a la CPI -tales como Libia y Darfur- corren el riesgo de convertirse en futiles sin el necesario respaldo para hacer cumplir las decisiones de la corte.

Hay ordenes de detención emitidas por la CPI que siguen pendientes de ejecución, algunas desde 2005, para un total de 13 personas sospechosas de haber cometido genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra, explica el alto tribunal con sede en La Haya.

En su informe recalca que "necesita el apoyo firme y constante de la comunidad internacional" y que "es especialmente decisivo que los Estados presten su cooperación oportuna y plena a la corte, de conformidad con sus obligaciones jurídicas, y que se tomen las medidas apropiadas en los casos en que no se recibe cooperación".

La CPI subraya que está confrontada con una cada vez mayor cantidad de trabajo, dado que investiga actualmente más acusaciones sobre más sospechosos de crímenes que nunca.

Actualmente ocho "situaciones" son objeto de investigación, y otras ocho están bajo examen preliminar, mientras que miles de víctimas están representadas en procedimientos ante la corte.

En el último año dos causas pasaron a la etapa de apelación (la del exrebelde congolés Lubanga y del jefe militar congolés Katanga) y un acusado resultó absuelto (el líder militar congolés Mathieu Ngudjolo Chui), mientras que prosigue el juicio de Jean-Pierre Bemba Gombo, actualmente bajo custodia del tribunal acusado de crímenes de guerra entre 2002 y 2003 en la República Centroafricana.

La CPI prevé la apertura de los juicios sobre las causas en Kenya y la de Abdallah Banda Abakaer Nourain, acusado de crímenes de guerra por un ataque en 2007 a "cascos azules" africanos en Darfur.

La causa del expresidente marfileño Laurent Gbagbo sigue mientras en la fase previa al juicio.

También se encuentran en esa etapa los casos sobre Libia y Darfur, en los que no se ha ejecutado ninguna de las órdenes de detención dictadas por la Corte.

En relación a la situación en la República Democrática del Congo, el líder rebelde congoleño Bosco Ntaganda, acusado de crímenes de guerra y lesa humanidad, fue la primera persona objeto de una orden de detención de la CPI que se entregó voluntariamente a la corte.

La fiscal de la CPI, la gambiana Fatou Bensouda, abrió la última investigación formal en enero pasado en relación a alegaciones sobre crímenes ocurridos en Mali desde enero de 2012.

La Fiscalía ha prestado especial atención a las acusaciones sobre atentados intencionadas contra edificios religiosos y monumentos históricos, incluidos aquellos que han recibido el estatus de patrimonio de la humanidad, y ha cooperado con la Unesco y varias otras agencias de la ONU presentes en Mali.

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