La criminalidad volvió a golpear en 2012 P.Rico con cerca de mil asesinatos

  • La criminalidad volvió a golpear en 2012 Puerto Rico, donde se cometieron 967 asesinatos hasta hoy, a falta de cuatro días para cerrar un año en el que la violencia volvió a tomar las calles de la isla caribeña.

San Juan, 27 dic.- La criminalidad volvió a golpear en 2012 Puerto Rico, donde se cometieron 967 asesinatos hasta hoy, a falta de cuatro días para cerrar un año en el que la violencia volvió a tomar las calles de la isla caribeña.

Las estadísticas policiales señalan que, comparado con 2011, se registraron 155 muertes violentas menos, en un año que termina con la indignación de los puertorriqueños por el incremento de asesinatos de menores de edad, 34 desde enero, grupo que ya no escapa de los ajustes de cuentas entre delincuentes.

La reducción de asesinatos está además en entredicho después de que el pasado mes de mayo la prensa local sacara a la luz que varios oficiales de la región policial de Bayamón, municipio del área metropolitana de San Juan, fueron investigados por ordenar que no se registraran ciertos delitos.

Medios puertorriqueños apuntaron entonces que desde hace años se incurre en algunas regiones policiales en la práctica de rebajar la gravedad de los delitos para que no lleguen a los archivos de las fuerzas de seguridad.

El final del año ha coincidido con varios asesinatos de menores que han vuelto a poner de actualidad el problema de la criminalidad que sacude la isla caribeña.

El último episodio de asesinato de un menor se produjo el mismo día de Nochebuena, cuando murió el niño de 2 años de edad Jonattan Yamil Albarrán en un incidente ocurrido en Luquillo, municipio de la costa norte de Puerto Rico, en el que el objetivo era su padrastro, Ursulino Ayala, de 38 años, que también perdió la vida y era sospechoso de varios asesinatos.

Tal y como informó la Policía, como en muchos otros asesinatos ocurridos en Puerto Rico, que registra una media de 30 asesinatos por cada 10.000 habitantes, el narcotráfico estuvo de por medio.

Pero la capacidad de asombro de los puertorriqueños quedó probada hace poca más de una semana cuando el jefe de la Policía de la isla caribeña, Héctor Pesquera, relató el asesinato en las cercanías de San Juan de un bebé de solo cuatro meses de edad.

Pesquera explicó que el infante fue introducido en una nevera y días después el padrastro y la madre celebraron una parrillada con el menor todavía en el congelador, a donde acudían a por hielo en un ambiente relajado con conocidos como invitados.

De nada sirvió la entrada en vigor, el pasado julio, de un nuevo código penal con penas más severas, que el gobernador saliente, Luis Fortuño, dijo ofrecería mayor protección contra los criminales.

El incremento en la utilización de la vía caribeña para introducir cocaína en Estados Unidos ha convertido a Puerto Rico en puerta de entrada de la droga hacía el país norteamericano, donde bandas locales se disputan a punta de pistola el control de los puntos de venta de estupefacientes.

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