París, 8 dic.- El escaso crecimiento económico y los bajos tipos de interés ligados a la crisis económica, junto con la mayor longevidad de la población, han empujado a los países desarrollados a reformar sus sistemas de pensiones para que sean más sostenibles, según un informe publicado hoy por la OCDE.
"Es alentador ver el progreso que se ha hecho en los últimos años para hacer los sistemas de pensiones más sostenibles y adecuados", declaró el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en un comunicado difundido a propósito de la publicación de "Las Perspectivas de Pensiones en la OCDE 2014".
El estudio arroja que en el grueso de los 34 países miembros de esa organización se ha retrasado la edad de jubilación, se ha elevado la cotización de las pensiones y se han reducido o congelado los subsidios.
No obstante, para el máximo responsable de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, aún queda trabajo por hacer en materia de reforma de los sistemas de jubilación.
"Tenemos que comunicar mejor el mensaje de que trabajar más tiempo y contribuir más es la única forma de tener una pensión de jubilación decente", subrayó Gurría.
El informe celebra que los países hayan reforzado los sistemas privados de pensiones y anima a los legisladores a utilizar tablas de mortalidad actualizadas para sus cómputos, que podría llevarles a incurrir en déficit de hasta el 10 % en sus cálculos presupuestarios relativos a la jubilación.
"Los jóvenes, en particular, necesitan confiar en la estabilidad a largo plazo del sistema de pensiones", agregó la OCDE, que recomienda que se desarrollen campañas de comunicación específicas para insuflar sosiego a las nuevas generaciones respecto a su futura jubilación.
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