La crisis no acabó el año pasado con la solidaridad de la ruta de la luz


La Fundación Cione Ruta de la Luz mantuvo el año pasado todos sus proyectos de cooperación en materia de salud visual y lo hizo, asegura, gracias al "compromiso solidario del sector óptico, la imaginación y sobre todo la ayuda procedente de socios y talleres solidarios de la cooperativa Cione Grupo de Opticas".
De esta forma, la fundación realizó en 2012 "un intenso trabajo" en materia de cooperación para el área de la salud visual, tanto fuera, como dentro de España.
Y es que, los ópticos voluntarios de la entidad viajan a los lugares en los que la Ruta de la Luz detecta que la salud visual no existe o es deficiente para practicar "revisiones exhaustivas" a la población, "con especial cuidado de la infantil", y entregar gafas nuevas a todos los que las necesitan.
La entrega de gafas se hace en el momento de la detección de la necesidad si las graduaciones son estándares, o bien más tarde, cuando el material necesario llegue desde España, donde se ha montado en talleres solidarios.
En concreto, la fundación entregó el año pasado un total de 1.870 gafas graduadas y practicó 51 intervenciones quirúrgicas, gracias a la intervención de sus 31 voluntarios.
No obstante, Katerine Salazar, gerente de la Ruta de la Luz, considera que "las cifras no son lo verdaderamente importante", que está en las personas a las que los números representan.
Sea como fuere, la Ruta de la Luz impulsó en 2012 un total de 13 proyectos en nueve países, incluido España, donde la entidad colaboró con Aldeas Infantiles SOS, tanto en Galicia, como en la comunidad canaria.
Igualmente, los ópticos de la Ruta de la Luz cooperaron nuevamente el año pasado con el programa 'Vacaciones en Paz', gracias al que los niños saharauis que llegan a España pueden revisarse la vista y llevarse a los campamentos en los que viven unas gafas graduadas.

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