El Debate sobre el Estado de la Nación, la cita en la que los responsables políticos hacen balance del año y proponen medidas de cara al nuevo curso, ha sufrido una 'evolución'. En los 80, esta cita solía centrarse en la economía para, en los 90, dejar paso a los escándalos de corrupción mientras que el terrorismo fue la estreña de los debates de este siglo. Ahora, la crisis ha obligado a volver a la 'moda de los 80'.
Y es que, el escenario se repite: recesión económica, altos niveles de paro, problemas en las entidades bancarias... Por ello, el próximo cara a cara entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy -que se celebrará el miércoles y jueves de la semana próxima- volverá a centrarse en la economía, como ya lo hizo el año pasado. En 2009 el PP centró su mensaje en el hecho de que el Gobierno socialista tardó mucho en reconocer la crisis, mientras que Zapatero anunció una batería de medidas para sacar al país de la mala situación económica.
En 2008 no hubo debate por la cercanía de las elecciones (se celebraron en marzo) y en 2007, el rifi-rafe entre Zapatero y Rajoy se centró en el terrorismo dando lugar a un duro debate ante el frustado diálogo abierto por el Gobierno con ETA.
El Gobierno buscará consenso para las reformas
Esta mañana el Ejecutivo ha remitido al Congreso la comunicación formal para esta cita. Y en el documento se confirma que la economía volverá a ser la estrella del debate: las duras medidas de ajuste del déficit queha adoptado el Gobierno y las reformas estructurales que necesitarematar para afrontar la situación económica centrarán una de lascitas más importantes que el Ejecutivo tiene en el Congreso.
En ese documento, el Gobierno asegura que con el objetivo "imprescindible" de aplicar cuanto antes lareforma laboral, la del sistema de pensiones y la del mercadofinanciero hará de esta cuestión el eje de sus intervenciones y lo más importante: buscará el consenso político necesario para sacarlas adelante.
"Ese acuerdo político es fundamental para reforzar la confianzainternacional en la capacidad de España de recuperar cuanto antes elcrecimiento económico y la generación de empleo argumenta. Y esfundamental, igualmente, para fortalecer la confianza ciudadana ennuestras propias capacidades, y en nuestra irrenunciable voluntad desuperar las dificultades para construir un futuro individual ycolectivo mejor, más estable y más justo", asegura el texto.
Una situación complicada
El Grupo Socialista no pasa por sus mejores momentos en el Congreso, donde varias iniciativas han salido adelante en votaciones muy ajustadas -como la del 'decretazo', que se aprobó por un sólo voto de diferencia, o la fuerte abstención con la que se dio luz verde a la reforma laboral-. También cuenta con un amplio número de derrotas parlamentarias en el ecuador de la legislatura.
Por ello, en el debate de este año además de sufrir duras críticas por la gestión económica, el Gobierno hará frente a más de un rapapolvo desde los grupos de la oposición por la falta de consenso con la que está gobernando. Con su llamamiento a "ampliar" los acuerdos, el Ejecutivo trata de tender una mano al resto de fuerzas políticas para suavizar la tensión antes de tan importante cita.
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