La cumbre europea de presupuesto se retrasa hasta las 16.30 GMT

Bruselas, 7 feb.- El inicio de la cumbre extraordinaria en la que los líderes de la Unión Europea (UE) intentarán hoy cerrar el presupuesto para 2014-2020 se ha retrasado hasta las 16.30 GMT, dos horas después de lo previsto inicialmente, informaron hoy a Efe fuentes del Consejo.

El motivo de ese retraso es que "el presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy, y su equipo están finalizando una propuesta de compromiso", indicaron las fuentes.

El máximo responsable del Consejo quiere presentar hoy a los Jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete al inicio de la reunión un texto con nuevas matizaciones que, según fuentes europeas, incluirá un recorte adicional de entre 10.000 y 15.000 millones de euros con respecto a la propuesta que fracasó en la cumbre celebrada el 23 de noviembre de 2012.

Ese recorte adicional podría satisfacer los recortes suplementarios que países como Reino Unido exigían para dar luz verde a una financiación plurianual, pero choca con los intereses de otras delegaciones que han advertido que no están de acuerdo con más restricciones y con el Parlamento Europeo (PE) que anunció que vetará unas cuentas que contengan más recortes.

En aquella cita, donde desde el principio quedó constancia de la imposibilidad de llegar a un acuerdo, Van Rompuy puso sobre la mesa un presupuesto de 973.000 millones de euros para los próximos 7 años, que representa algo menos del 1 % del total del PNB de los Veintisiete.

La cifra suponía supone 80.000 millones de euros menos que los planteados por la Comisión Europea (CE) y 20.000 millones menos respecto al presupuesto de 2007-2013.

La única novedad respecto a noviembre es, por ahora, que Van Rompuy va a proponer que se destinen "varios miles de millones" de euros a una iniciativa centrada en combatir el desempleo juvenil, pero tendrá que desvelar cómo lo financiará y qué parte constituye nuevos recursos o son asignaciones procedentes de otras rúbricas.

Los países negocian con la idea de que si la crisis obliga a recortes nacionales, también se impone la misma política a nivel comunitario, además de que tampoco quieren que el presupuesto global aumente porque entonces también lo harían sus contribuciones.

Entre los países, las posiciones son divergentes entre los que, como Francia, España o Italia, no quieren recortes en las políticas agrícolas y de cohesión por considerarlas esenciales, y otros como Reino Unido, Holanda, Alemania, Suecia o Finlandia, que son contribuyentes netos y quieren ampliar esos recortes.