La defensa alegará enajenación mental en el caso del asesino de niño judío

  • Los abogados del hombre que confesó haber matado y descuartizado a un niño judío ortodoxo en Nueva York el pasado julio alegarán que Levi Aron padecía enajenación mental en el momento de los hechos y que su posterior confesión del crimen a las autoridades fue "coaccionada".

Nueva York, 24 oct.- Los abogados del hombre que confesó haber matado y descuartizado a un niño judío ortodoxo en Nueva York el pasado julio alegarán que Levi Aron padecía enajenación mental en el momento de los hechos y que su posterior confesión del crimen a las autoridades fue "coaccionada".

"Le dijeron lo que tenía que declarar", explicó hoy ante la prensa uno de sus abogados, Howard Greenberg, a la salida del juzgado tras una breve comparecencia en la que el juez Neil Firtog dictó algunos asuntos previos al inicio del juicio.

Según el letrado, un veterano abogado criminal que acaba de unirse al equipo defensor de Aron, sería muy fácil conseguir incluso que su cliente admitiera que mató al expresidente John F. Kennedy "si pasas un poco de tiempo con él".

Aron, de 35 años y judío ortodoxo al igual que la víctima, está acusado del asesinato, homicidio y secuestro de Leiby Kletzky, de siete años, delitos por los que si es hallado culpable se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.

El letrado consideró asimismo que este caso, a cargo del juez Firtog de la Corte Suprema estatal de Brooklyn, es "muy simple" ya que su cliente "es malvado o está loco y obviamente está loco".

Otro de sus abogados defensores, Pierre Bazile, ya afirmó en julio pasado que planeaban argumentar la defensa de su cliente como un caso de enajenación mental, pero no lo habían dicho de forma definitiva hasta este lunes.

Sin embargo, por el momento se considera a Aron mentalmente capacitado para afrontar el juicio, según un informe que se hizo público el pasado agosto.

Aunque primero confesó el asesinato, Aron se declaró "no culpable" en su primera comparecencia ante el juez, y Greenberg insistió precisamente en que pretenden probar que su cliente "no es culpable" debido a la enajenación mental.

El pasado 11 de julio, Leiby Kletzky, de 8 años, paró a Aron por la calle para pedirle ayuda porque estaba perdido. El acusado le ofreció acompañarle a su hogar y después cambió de opinión, se lo llevó a una boda a las afueras de la ciudad y más tarde a su propia casa.

Según la confesión, el niño se quedó dormido y pasó la noche en el apartamento de Aron, y a la mañana siguiente se quedó "viendo la televisión" mientras él se marchó a trabajar.

Cuando más tarde regresó al domicilio y descubrió que había muchísima gente buscando al menor le entró un ataque de "pánico" y lo mató, según el testimonio del acusado.

En el momento de su detención, el pasado 13 de julio, los agentes de la policía neoyorquina encontraron en su apartamento parte de los restos del cadáver descuartizado del niño, que llevaba dos días en paradero desconocido, junto a varios cuchillos ensangrentados.

Los investigadores, que por el momento no han encontrado indicios de abuso sexual, localizaron después en un contenedor de basura de la zona de Sunset Park (Brooklyn), a unos cuatro kilómetros de la vivienda del sospechoso, una maleta con restos humanos envueltos en bolsas de plástico.

Según el informe forense que se conoció más tarde, el pequeño Leiby fue drogado con múltiples medicamentos y después asfixiado por su agresor.

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