La derrota en cataluña alimenta la idea de "cierre de ciclo" de la izquierda, según reconoce la revista de guerra


Un artículo incluido en el último número de la revista "Temas", cuyo Consejo de Redacción preside Alfonso Guerra, analiza la derrota de los socialistas catalanes en las últimas elecciones autonómicas y concluye que contribuye a alimentar la idea de "cierre de ciclo" de la izquierda en España.
En un artículo titulado "Ganan las derechas", Cesáreo Rodríguez-Aguilera, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona, considera "evidente" que la derrota de las izquierdas catalanas efectará a todas las españolas, "pues da la impresión creciente de cierre de ciclo".
En su opinión, las izquierdas catalanas "tardarán mucho en poder volver a ser alternativa creíble" porque han cometido "evidentes errores" y los electores han rechazado la opción "quemada" que representaban los integrantes del tripartito.
Cree que la "reorientación" de la campaña del PSC hacia sus logros sociales dejando atrás el debate identitario pudo llegar tarde y se sumó a la necesidad de acometer ajustes contra la crisis.
Debido a ello, explica, se ha agravado el "abstencionismo diferencial" del votante socialista catalán, los que sólo votan en generales pero no en autonómicas, y el PSC ni siquiera ha retenido a todos los votantes de 2006.
Por su parte, prosigue, ERC se centró en hacer frente a las nuevas ofertas independentistas recurriendo a "toques populistas dignos de la demagogia de la Liga Norte de Bossi en Italia", el PP se esforzó por aparecer como "decisivo", y CiU en impedir que los suyos se confiaran en una victoria que daban por segura.
Además de mantener intacta su base, concluye, CiU ha "recapturado" una parte de los electores de ERC, a un sector del PP e incluso a "ciertas franjas socialistas", y ha sabido aparecer "como la alternativa natural a un tripartito totalmente desgastado", mientras que el resultado del PP "refuerza notablemente la alternativa de Rajoy".
Concluye que las izquierdas catalanas fueron derrotadas por una "concatenación de causas": el tripartito "jamás ofreció la imagen de ser un solo gobierno coherente formado por aliados leales", las políticas sociales quedaron "ahogadas" por el "interminable y extenuante" debate estatutario, y el "desconcierto" generado por las medidas contra la crisis económica.
"La buena gestión social no ha sido suficiente al carecer de un proyecto general de gobierno compartido, al margen de algunas decisiones erróneas y de una pésima política de comunicación", sentencia.

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