La emisión de la 'Champions' abre una guerra contra el canal público RTP

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 6 dic.- La propuesta millonaria para comprar los derechos de emisión de la Liga de Campeones le va a salir cara al canal estatal luso RTP, cuya dirección está a punto de ser destituida por tomar esa decisión sin consultar previamente.

Ver en el canal público a Cristiano Ronaldo, estrella del Real Madrid, o seguir a José Mourinho, entrenador del Chelsea, ha generado en Portugal un litigio sin precedentes que implica a Gobierno, reguladores, a los canales privados de la competencia y al propio Parlamento luso.

La decisión de la radiotelevisión portuguesa (RTP), financiada mayormente con fondos públicos, de adquirir los derechos para retransmitir la codiciada 'Champions' se ha vuelto en un arma arrojadiza contra la administración de la empresa.

Aunque oficialmente no se han confirmado los valores, los medios especulan con que la oferta de la discoria ha rondado los 15 millones de euros para las próximas tres ediciones.

El Consejo General Independiente (CGI), un órgano de reciente creación con la meta de mantener al canal ajeno a influencias del Gobierno, fue el que prendió la mecha del conflicto.

El CGI alegó no haber sido avisado de la compra a la UEFA de esos derechos televisivos y consideró que ése era motivo suficiente para pedir al Ejecutivo la destitución de los administradores de la RTP.

El Gobierno, que en las últimas semanas se había mostrado crítico a que el canal usase "dineros públicos" para emitir fútbol, ya aceptó, como accionista único, el cese propuesto por el CGI.

La decisión, que podrá demorar un mes en hacerse efectiva, no ha sido pacífica. El primer organismo en censurarla ha sido la Entidad Reguladora para la Comunicación Social (ERC), órgano responsable en Portugal de velar por la libertad de prensa, el derecho a la información y la independencia frente a los poderes político y económico.

La ERC respaldó a la RTP en el litigio y aseveró que el Consejo de Administración del canal "no tenía el deber" de comunicar al Consejo General Independiente la adquisición de los derechos de la Liga de Campeones.

El dictamen, no obstante, no es de obligado cumplimiento, explicaron a EFE fuentes de la entidad.

A la opinión del supervisor de los medios portugueses, se han unido voces de peso del partido que gobierno Portugal, el PSD (centro-derecha).

La antigua ministra de Finanzas y candidata a primer ministro en 2009, Manuela Ferreira Leite, criticó la maraña de organismos que pululan alrededor de la RTP, en alusión a la creación del Consejo General Independiente.

"El caso de la RTP, en este momento, es verdaderamente significativo. Es una cosa imposible de gestionar, por tantos órganos que pueden intervenir más allá del Gobierno", manifestó al canal TVI Ferreira Leite.

El propio jefe del Ejecutivo, Pedro Passos Coelho, ha echado balones fuera sobre el tema y se ha remitido al Consejo General Independiente como interlocutor para resolver problemas de programación y planificación en el canal.

El CGI, formado por seis miembros y cuyo presidente es el vicerrector de la Universidad de Lisboa, António Feijó, "tiene esas competencias, y yo las respeto", dijo escuetamente Passos Coelho.

La política de la Administración que todavía encabeza Alberto da Ponte ha desagradado también a los competidores en el mercado televisivo de Portugal, especialmente al canal privado TVI, controlado por el grupo español Prisa.

Poseedor de los derechos de la Liga millonaria hasta este año, TVI acusó al canal público de supuestamente pagar un 40 % más del precio de mercado y de realizar un negocio de dudosa rentabilidad, teniendo en cuenta que los canales privados tienen derecho al doble de tiempo de emisión de publicidad que la RTP.

El Parlamento portugués también ha reaccionado a la controversia y ha convocado para mediados de diciembre una comisión en la que comparecerán el ministro encargado de la tutela de comunicación, Miguel Poiares Maduro, así como miembros de la RTP y del Consejo General Independiente.