La faes de aznar advierte de que los populismos pueden "hacer descarrilar en su totalidad" el proyecto político de la ue

La Fundación FAES, que preside José María Aznar, advierte del riesgo de que los populismos que representan partidos como Podemos o Syriza "hagan descarrilar en su totalidad el proyecto político de la Unión Europea".
Así se indica en el documento 'El final de las ideologías y la vuelta del extremismo político a Europa', del profesor titular de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid Ángel Rivero, que recoge el cuaderno de FAES del primer trimestre de 2015.
"Es grave la posibilidad, ahora también verosímil, de que estos movimientos (populistas) hagan descarrilar en su totalidad el proyecto político de la Unión Europea", avisa Rivero.
Lo contrapone a un proyecto político comunitario que, "por medio de la integración económica y política", busca establecer en el continente "un orden de paz, libertad y bienestar".
El texto, aunque se publicó antes de que se celebraran las elecciones legislativas de Grecia, en las que se impuso Syriza y que permitieron a Alexis Tsipras formar gobierno, también advierte de que, "por primera vez", el proyecto europeo puede ser "abandonado" por alguno de los Estados miembros.
"Ha pasado de ser una hipótesis con escaso fundamento a convertirse en una posibilidad real", traslada el documento de FAES después de apuntar al crecimiento "sin precedentes" de los populismos de izquierdas y de derechas en Europa en las elecciones al Parlamento Europeo.
VUELTA AL EXTREMISMO
El documento que publica la fundación que encabeza el expresidente del Gobierno señala que alcancen o no los populistas sus objetivos, su emergencia electoral hace relevante "reflexionar" sobre lo que denomina "la vuelta al extremismo de la política europea".
Rivero afirma que los populismos, que por lo general "proclaman no ser de derechas ni de izquierdas", emplean un discurso "maniqueo", "antipolítico", "que busca subvertir el proyecto europeo" y, en algunos casos, "las democracias occidentales".
"Estos partidos, al margen de las diferencias específicas de cada cual y de las propias de cada una de las realidades nacionales que han visto su alumbramiento, manifiestan una serie de rasgos comunes que se repiten de forma sistemática", señala.
A este respecto, advierte de que estos movimientos defienden una democracia "más auténtica", que la voluntad del pueblo no sea "secuestrada" por los políticos; apelan a la movilización emocional de los electores señalando "un antagonismo" entre el pueblo y sus "enemigos", "la casta", y plantean "soluciones instantáneas y demagógicas para cuestiones complejas".