La familia del agente fallecido en Valdemoro denuncia deficiencias de seguridad

  • Madrid.- La familia del agente fallecido el pasado mes junio en la explosión registrada en el Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada" de Valdemoro (Madrid) se ha personado como acusación particular en la causa que investiga los hechos para denunciar las graves deficiencias de seguridad en las instalaciones.

La familia del agente fallecido en Valdemoro denuncia deficiencias de seguridad
La familia del agente fallecido en Valdemoro denuncia deficiencias de seguridad

Madrid.- La familia del agente fallecido el pasado mes junio en la explosión registrada en el Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada" de Valdemoro (Madrid) se ha personado como acusación particular en la causa que investiga los hechos para denunciar las graves deficiencias de seguridad en las instalaciones.

Además, los hijos del subteniente Francisco Morcillo, ha informado su abogado, denuncian que la versión dada por la Guardia Civil en un primer momento sobre la explosión "no se ajustaría a la verdad", ya que su padre "no estaría dando ningún tipo de clase sobre explosivos, sino intentando evacuar las instalaciones".

La Guardia Civil informó de que Francisco Morcillo, que tenía 61 años y estaba en la reserva, falleció el pasado 29 de junio en su puesto de trabajo en el almacén del Servicio de Desactivación de Explosivos (SEDEX) del Colegio "Duque de Ahumada" mientras se impartía a unos alumnos una clase sobre la forma de ponerse el traje de protección que utilizan los agentes de la unidad.

La familia del fallecido, que ha decidido personarse en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Valdemoro, también denuncia que el almacén de explosivos de los TEDAX y de la unidad NRBQ, ubicados en el edificio donde se produjo la explosión carecían supuestamente de las medidas de seguridad necesarias.

Estas circunstancias, en opinión del gabinete jurídico Suárez-Valdés que representa a la familia del agente, "hacen que, dada la alta ocupación del edificio donde se produjo la explosión, el siniestro hubiera podido convertirse en una auténtica masacre".

Otras deficiencias que denuncian son la ausencia de condiciones estructurales adecuadas, que la instalación no contaba con salida de emergencia, ni extinción automática de incendios, además de que las bocas de incendio no funcionaban, lo que obligó a los bomberos a extinguir el incendio con agua de una piscina cercana.

"Es más un grupo de alumnos que se encontraban junto al almacén donde se produjo la deflagración, tuvieron que ser evacuados por una ventana trasera, cuyas rejas se tuvieron que romper por los agentes presentes en el exterior, viviendo momentos de absoluta angustia", asegura el letrado.

Según el croquis de las instalaciones acompañado por la familia a la causa, el subteniente Morcillo, que padecía párkinson, lo que reducía su movilidad, habría fallecido aplastado por la onda expansiva de la explosión cuando intentaba evacuar su oficina, ubicada al fondo de la instalación, y sin que le hubiera dado tiempo material para ponerse a salvo, dada la distancia del recorrido de evacuación.

"El conocimiento de estas circunstancias y el presunto intento de la Guardia Civil por encubrir la situación, ha provocado la indignación de la familia", que, según su defensa, exigirá las responsabilidades correspondientes en las actuaciones judiciales.

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