La Generalitat buscó 11.000 millones en China para financiar la independencia

  • Un guardia civil desvela que la Agencia Tributaria Catalana no estaba preparada para empezar a funcionar de forma inmediata.
Manuel Marchena
Manuel Marchena
EFE

La semana de la Guardia Civil en el procés continúa aportando datos muy concretos sobre la actuación de políticos catalanes, agentes y civiles durante las semanas previas al referéndum del 1-O. El cabo H77877T, el primero de los testigos de este miércoles, fue el encargado de estudiar la documentación incautada al Secretario de Hacienda durante el procés, Josep Lluís Salvadó i Tenessa, en busca de una posible malversación de fondos públicos. Uno de los pendrives incautados contenía un correo electrónico, sin remitente, en el que se pedía "11.000 millones en financiación a China" para sufragar los costes de la independencia.

La investigación del cabo se centró en seguir el rastro de una posible malversación, es decir, buscar "todo aquel dinero público que pudiese haber sido destinado al procés", según ha aclarado el testigo. Para ello analizó la documentación incautada en el despacho y el domicilio de Josep Lluís Salvadó, Secretario de Hacienda en la época del 1 de octubre.

Según el guardia civil, había "muchísima" información entre los documentos encontrados en el despacho de Salvadó. De entre toda la información, el testigo destaca los documentos que evidenciaban "la preocupación" que tenía el exsecretario con la financiación de la independencia y "cómo podrían sobrevivir, económicamente hablando" tras la separación del Estado. "Había incluso facturas al extranjero del entonces Secretario de Economía, Pere Aragonès", quien viajó al extranjero en busca de posibles inversores.

Según el testigo, la financiación de la independencia se dividió en dos partes: la exterior, de la que se encargó Aragonès y la interior, dirigida por Salvadó. "Aragonès buscaba financiación internacional y la creación del Banco Central de Cataluña y Salvadó la gestión interna de los impuestos para suplantar a la Agencia Tributaria española", mediante la creación de una agencia tributaria propia.

La conclusión que extrajeron Salvadó y Aragonès "es que la Agencia Tributaria Catalana no estaba preparada para comenzar a actuar al día siguiente de la independencia", por lo que habría que buscar otras formas de financiación temporal. Esta 'Agencia Tributaria Catalana' funcionaría con un programa llamado "A.T.C. Gestión", según el testigo; un programa encargado a IBM y por el que se pagó a la empresa informática 240.000€, según la factura que IBM entregó a la Guardia Civil.

Según los documentos de Salvadó i Tenessa, con esta recaudación propia de impuestos pretendían recaudar "los 4.600 millones de euros que en ese momento se recaudaban del sector público catalán y que eran 4.600 millones de euros que necesitaban" para financiar la independencia.

En lo referente a la financiación exterior, "entre los documentos de Salvadó se encontró un correo electrónico en un pendrive, sin remitente, en el que solo estaba copiado el texto, en el que pedían 11.000 millones de euros de financiación a China", ha asegurado el testigo.

Además del dinero que la Generalitat buscaba en China, otro documento hablaba de "los 4.600 millones del programa informático, contabilizaban también 6.000 millones de ingresos de los ayuntamientos y 1.300 millones de ingresos de impuestos propios. Todo ese dinero era el que ellos necesitaban para soportar el periodo entre la declaración de independencia hasta que tuviesen una estructura administrativa propia que permitiese recaudar impuestos como un país" ha concluido el testigo.

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