La Iglesia belga recogió 307 quejas por abusos de curas a menores en 2012

  • La Iglesia belga recibió 307 quejas por abusos sexuales a menores de edad en el marco de la relación pastoral en 2012, informó hoy la agencia Belga.

Bruselas, 15 may.- La Iglesia belga recibió 307 quejas por abusos sexuales a menores de edad en el marco de la relación pastoral en 2012, informó hoy la agencia Belga.

El presidente de la comisión para la protección de los niños y jóvenes, Manu Keirse, y el obispo de Tournai, Guy Harpigny, presentaron hoy los datos en una rueda de prensa y confirmaron que el 48 % de los pederastas eran sacerdotes y el 41 % otro tipo de religiosos.

Cerca de la mitad de los abusos (45 %) tuvo lugar en escuelas y un 24 % en las parroquias, según el informe.

"Queremos seguir en el camino de la transparencia", afirmó el obispo de Amberes, Johan Bonny, quien hizo referencia al sufrimiento que entraña el informe y destacó la importancia de la prevención.

Noventa de las víctimas recibieron una compensación económica el año pasado, indicó Keirse, aunque incidió en que ese no es el aspecto principal para la recuperación y reconocimiento de los hechos.

Las compensaciones se situaron entre los 2.500 y 5.000 euros para 39 de los afectados, y entre 20.000 y 25.000 euros para nueve de las víctimas.

El 83 % de las víctimas que denunciaron tenía ya más de 40 años y el 37 % más de 60.

Las tres cuartas partes de los denunciantes (76 %) son hombres y un 24 % mujeres.

En total, 621 quejas relativas a abusos sexuales en el seno de la Iglesia belga fueron recibidas por el centro de arbitraje creado por la institución y el Parlamento del país para tratar los casos de abusos sexuales y pedofilia.

El pasado febrero la Iglesia belga afirmó haber abonado hasta el momento 330.000 euros a las víctimas de los curas pedófilos en los colegios católicos belgas a través de este centro de arbitraje.

La mayoría de los delitos ya han prescrito pues se refieren a abusos ocurridos en escuelas religiosas entre los años cincuenta y ochenta

En 2010, el Parlamento y la Iglesia Católica belga decidieron crear ese centro de arbitraje tras hacerse público un informe que sacaba a la luz más de 450 casos de abusos de niños y adolescentes que habían sufrido violaciones en las últimas décadas y no lo habían denunciado.

En la investigación, que coordinó el psiquiatra belga Peter Adriaenssens, se descubrió también que, en los últimos cuarenta años, hasta trece menores víctimas de abusos se habían suicidado en la escuela o años más tarde a causa del trauma.

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