La instrucción por el robo del Códice Calixtino afronta su fase final

  • La instrucción por el robo del Códice Calixtino, sustraído de la Catedral de Santiago en julio de 2011 y recuperado un año más tarde de un garaje en el que estaba envuelto en papel de periódico, afronta su fase final a la espera de un juicio próximo, han señalado a Efe fuentes cercanas a este caso.

Santiago de Compostela, 20 ene.- La instrucción por el robo del Códice Calixtino, sustraído de la Catedral de Santiago en julio de 2011 y recuperado un año más tarde de un garaje en el que estaba envuelto en papel de periódico, afronta su fase final a la espera de un juicio próximo, han señalado a Efe fuentes cercanas a este caso.

Han indicado, asimismo, que esta semana que entra "se dará traslado de todo a las partes con el fin de que, si no hay nada nuevo", pueda quedar marcada una fecha para celebrar el juicio.

El juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, ha indicado a Efe que si se ha retrasado tanto es porque la abogada que ejerce la defensa, Carmen Ventoso, compañera suya en la carrera, ha estado presentando "un recurso detrás de otro".

El último, la petición de nulidad de la primera declaración del autor confeso, Manuel Fernández Castiñeiras, exempleado del templo donde prestó sus servicios en calidad de autónomo durante más de dos décadas, por entender que Vázquez Taín había proporcionado a su cliente un trato "cuasi despectivo y con coacción".

Vázquez Taín ha replicado argumentando que "no existe procesalmente la nulidad de un acto material, los actos materiales no son nulos, tienen más o menos valor".

En cuanto a Fernández Castiñeiras, fuentes de la investigación consultadas por Efe han señalado que en este momento "no habla con nadie, y está aislado". La causa, han afirmado las fuentes, parece ser la firma de un precontrato para una entrevista en exclusiva con una cadena de televisión nacional cuando abandone el penal.

También apuntan que el exoperario del templo es "tremendamente inteligente" y "manipulador", hasta el punto de que en su día llegó a engañar a sus propios vecinos de portal, que lo habían denunciado, al pagar las costas procesales con el dinero de todos.

Él era entonces el presidente de la comunidad de propietarios, pero siempre "quería imponer su criterio" y esto le trajo un sinfín de problemas que al final llegaron a la vía judicial.

Con el tiempo, y a raíz de este enfrentamiento, Fernández Castiñeiras habría dejado de pagar los recibos y de asistir incluso a las reuniones, salvo raras excepciones.

"Pero entonces, cuando era presidente, los estafó claramente, y los residentes en su edificio no se dieron cuenta. Él pagó la condena y las costas de su abogado y del contrario con el dinero de la comunidad, y no se percataron, nos dimos cuenta en la investigación por el caso del Códice", han señalado las fuentes consultadas.

En la Avenida Rosalía de Castro, en Milladoiro (A Coruña), donde está el domicilio familiar de Fernández Castiñeiras, algunos de sus vecinos han explicado a Efe que él siempre fue "un hombre reservado pero cuando hablaba utilizaba un tono autoritario" y han añadido que en general resultaba "muy desconcertante".

Todos los consultados coinciden en que es una persona de rutinas, "con pasión por el dinero aunque luego se quejase de la falta de él, sin ser cierto", pero, sobre todo, fiel a sus costumbres: misa de madrugada en la Catedral, café en los bares próximos al templo, y un vino vespertino en una cervecería de Milladoiro, siempre la misma, y así durante años.

El valioso manuscrito del siglo XII sustraído de la Catedral de Santiago fue recuperado de un garaje situado en este mismo municipio coruñés y del que es dueño Fernández Castiñeiras.

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