Kabul.- La asamblea o "jirga" de la paz convocada por el presidente afgano, Hamid Karzai, concluirá hoy sus tres días de deliberaciones y se espera que emita una declaración formal para sugerir cómo abordar la pacificación del país.
Desde el miércoles, unos 1.600 legisladores, jefes de consejos provinciales, líderes tribales y religiosos, y de la sociedad civil, además de 300 observadores, entre ellos diplomáticos extranjeros, discuten el plan de paz de Karzai divididos en decenas de grupos de trabajo.
Al final, los delegados deberán definir un marco para abordar el delicado diálogo con los grupos insurgentes, pese a que el movimiento talibán ha tachado la asamblea de "propaganda" y ha insistido en que no se sentará en la mesa de negociaciones hasta que las tropas extranjeras abandonen Afganistán.
Los insurgentes lanzaron dos cohetes y organizaron un fallido asalto suicida a la asamblea durante la primera jornada de discusiones, sin que se registraran víctimas civiles.
En el discurso inaugural de la "jirga", que tiene un carácter tan sólo consultivo, Karzai hizo una oferta de paz a los talibanes dispuestos a abandonar la violencia pero dijo que ésta no incluye a los insurgentes "que matan a niños y estudiantes".
La idea va en consonancia con lo expuesto por Karzai en la Conferencia de Londres de enero, donde tendió una rama de olivo a los integristas desligados de la red terrorista Al Qaeda y que acaten la Constitución.
Karzai propuso allí la creación de un "fondo de reinserción" para atraer a los talibanes moderados al consenso con incentivos económicos y laborales.
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