La justicia belga cierra el caso contra el empresario francés Bernard Tapie

Bruselas, 20 nov.- El tribunal de Bruselas ha cerrado hoy el caso abierto contra el empresario francés Bernard Tapie por una transferencia de 900.000 euros realizada entre dos cuentas bancarias del ejecutivo, sospechosa de ser una operación de evasión de capitales.

La investigación de la justicia belga no ha conducido a ningún resultado en contra del empresario, por lo que los fondos, que fueron retenidos durante el proceso, han sido desbloqueados, según ha informado la agencia Belga.

"Los investigadores han hecho su trabajo y han llegado a la conclusión de que no hay nada, es normal", ha comentado Tapie según citan estas fuentes.

Durante la tramitación del expediente las autoridades belgas han colaborado con las francesas, sin que estas hayan presentado ninguna demanda particular al respecto.

Asimismo han interrogado a la esposa y al hijo del ejecutivo galo, quienes han prestado su total colaboración a la investigación, según la corte bruselense.

La fiscalía de Bruselas abrió un expediente al empresario en octubre después de que la Unidad de Procesamiento de Información Financiera (UPIF) denunciara un traspaso de 900.000 euros efectuado el 23 de julio desde una cuenta francesa a una cuenta de ING a nombre del empresario y su esposa, Dominique Damianos.

Las autoridades belgas sospecharon entonces que se tratase de un intento de evasión de capitales.

Bernard Tapie explicó en aquel momento a la fiscalía que la transferencia estaba destinada a las actividades de su hijo Laurent en Bélgica, donde padre e hijo tienen diferentes negocios desde hace algunos años.

En Francia, el empresario tiene aún pendiente responder a una condena por el arbitraje de la venta de la empresa deportiva Adidas, por lo que la Justicia francesa procedió al embargo de sus bienes el pasado julio.

Los problemas de Tapie con la justicia en su país empezaron en el verano de 1993 al verse implicado, como presidente del club Olympique de Marsella, en un asunto de corrupción de fútbol por un partido disputado contra el Valenciennes, varios de cuyos jugadores fueron sobornados, por lo que el Olympique fue descendido a segunda división.