La justicia británica descartó el homicidio en el caso del espía Williams

  • La juez forense que dirige la investigación para aclarar la misteriosa muerte del agente de los servicios de inteligencia británicos (MI6) Gareth Williams descartó hoy que su veredicto vaya a apuntar a un culpable por homicidio.

Londres, 2 may.- La juez forense que dirige la investigación para aclarar la misteriosa muerte del agente de los servicios de inteligencia británicos (MI6) Gareth Williams descartó hoy que su veredicto vaya a apuntar a un culpable por homicidio.

El cadáver del agente galés, un matemático de 31 años dedicado a descifrar códigos para los servicios secretos del Reino Unido, fue encontrado el 23 de agosto de 2010 en el baño de su domicilio, dentro de una gran bolsa de deporte cerrada por fuera.

En la última jornada de la investigación judicial que trata de esclarecer el caso, la juez forense Fiona Wilcox adelantó que su veredicto, que se espera que sea hecho público durante la jornada de hoy, no señalará a un culpable por la muerte del agente.

Los tres expertos que examinaron el cuerpo de Gareth Williams no pudieron llegar a una conclusión firme sobre las causas de su muerte, si bien apuntaron a la asfixia o el envenenamiento como las opciones más probables.

Durante el proceso comparecieron 37 testigos para tratar de arrojar luz sobre las circunstancias de la muerte del espía, entre ellos cuatro agentes del MI6, cuya identidad quedó preservada, y un miembro del centro de escuchas británico GCHQ, cuyas actividades son secretas.

También compareció ante la juez forense la casera de Williams, Jennifer Elliot, quien aseguró que en ocasiones anteriores a su muerte había hallado al agente secreto atado a su cama, y que ella y su marido habían tenido que liberarle.

El superintendente de un comando antiterrorista de la policía de Londres Micheael Broster, por su parte, descartó en su declaración que la muerte de Williams esté relacionada con su trabajo en los servicios de inteligencia.

El matemático, descrito por su familia cono un amante del deporte "extremadamente reservado con su vida privada", se graduó en la universidad galesa de Bangor con tan solo 17 años y comenzó a trabajar poco después para el MI6 como descifrador de códigos.

Mostrar comentarios