Pamplona.- "Nagore y su familia necesitamos justicia", ha dicho hoy Asun Casasola, la madre de la joven enfermera de Irún Nagore Laffage que el 7 de julio de 2008 murió en Pamplona a manos del psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra José Diego Illanes.
Tras la sentencia que condenó al médico por homicidio, la familia de Nagore Laffage ha recurrido al Supremo para que el crimen sea calificado de asesinato, una demanda que hoy ha trasladado a las calles de Pamplona.
En la concentración, la madre, el padre y el hermano de la joven han estado arropados por ciudadanos, una nutrida representación de cargos electos de NaBai y la portavoz del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona.
Los sonidos de la txalaparta y los sones del aurresku, el baile de honor vasco que una pareja de dantzaris ha interpretado ante un retrato de la joven, han acompañado una concentración en la que los asistentes portaban camisetas y pancartas con el rostro de Nagore y en la que le único grito coreado ha sido "no fue un arrebato, fue un asesinato".
Tras depositar los presentes a los pies del retrato de la joven velas encendidas y claveles blancos, la madre de Nagore Laffage ha dado las gracias a los vecinos de Pamplona y de toda Guipúzcoa que han "apoyado y dado fuerzas" a la familia durante estos dos años.
"Las mujeres somos iguales que los hombres y nos tienen que respetar, pero sobre todo tiene que haber justicia", ha comentado visiblemente emocionada Asun Casasola.
Tras desear la madre de Nagore que "no haya ni una mujer más" a la que le suceda lo que a su hija, ha tomado la palabra en nombre del colectivo por la igualdad "Los lunes lilas" Tere Sáez, quien ha defendido el derecho de la mujer a ser respetada también en fiestas como los sanfermines.
Sáez ha recordado a las mujeres víctimas este año en España de la violencia machista y a las navarras, más de cien, que el año pasado denunciaron agresiones sexuales y violaciones, lo que le ha llevado a criticar "el comportamiento vergonzoso" de la alcaldesa de Pamplona y su equipo de gobierno, de UPN, al negarse en el consistorio a llevar a cabo una campaña previa a los sanfermines contra este tipo de violencia.
"Junto a ti queremos seguir diciendo nunca más ni a mí ni a ninguna otra mujer, queremos seguir reivindicando el derecho a decidir, el derecho a decir no", ha subrayado Saéz.
Un reto que le ha llevado a agradecer la actitud de las peñas sanfermineras y para el que ha pedido que el 7 de julio, cuando se cumpla el segundo aniversario del crimen, Pamplona sea "un clamor exigiendo justicia y en recuerdo de Nagore" con lazos lilas.
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