La mujer acuchillada en Oviedo quería romper la relación con su agresor

  • Oviedo.- La mujer que ayer murió acuchillada en Oviedo quería finalizar la relación que mantenía con su pareja, lo que podría haber desencadenado la agresión que acabó con su vida, ha informado hoy la Policía Nacional.

Oviedo.- La mujer que ayer murió acuchillada en Oviedo quería finalizar la relación que mantenía con su pareja, lo que podría haber desencadenado la agresión que acabó con su vida, ha informado hoy la Policía Nacional.

El Servicio de Atención a la Familia de la Jefatura Superior de Policía de Asturias se encarga de la investigación sobre la muerte violenta de E.R.A., de 47 años, ocurrida ayer la calle Viceu del barrio ovetense de Ciudad Naranco.

El cadáver de la víctima fue hallado a primera hora de la tarde de ayer en el piso que compartía con su agresor, cuya identidad responde a las iniciales V.M.C.P.E., de 39 años, y de nacionalidad portuguesa, que fue detenido en el propio inmueble y hoy ha reconocido ser el autor de la agresión.

La Policía recibió una llamada a las 13:42 horas procedente del servicio de emergencias 112 en la que una mujer informaba de la imposibilidad de acceder a la vivienda de un familiar, situada en piso 4ºG del número 25 de la calle Viceu.

Una dotación policial se trasladó a la citada calle, donde tras comprobar que efectivamente la puerta estaba cerrada, procedió a avisar al Servicio de Bomberos para que la forzara.

Nada más entrar en el domicilio los agentes localizaron al mencionado hombre, que se expresaba en portugués, y, tras inspeccionar el resto de la casa, los policías hallaron en uno de los dormitorios a la mujer tendida en una cama con un cuchillo clavado en la zona costal, ya cadáver.

Según las primeras investigaciones, entre la víctima y el presunto autor existía una relación de pareja desde hacía cuatro años.

Al parecer, según se desprende de la declaración del detenido, la mujer le había propuesto acabar con esta relación, si bien él se había negado a darla por terminada.

El hombre, además, estaba convencido de que su pareja sentimental quería envenenarlo y precisamente esa misma mañana se había producido una discusión que le llevó a arrojar la comida a la basura.

Tras esa discusión, donde su corpulencia física fue determinante, el hombre apuñaló a la mujer y la dejó acostada en el dormitorio que compartían.

En ese momento el hombre comenzó un periodo de planificación que se materializó en la preparación de una escena destinada a hacer creer a la Policía que la muerte de su compañera se debía a un suicidio.

Para ello, entre otras precauciones, le colocó una de sus manos agarrando el cuchillo y en la otra le puso un teléfono móvil.

Posteriormente, se cambió de ropa y se dirigió a la puerta para salir, si bien se dio cuenta que la llave se había roto dentro de la cerradura y no fue capaz de abandonar la vivienda.

Tras pasar toda la mañana en el piso, decidió llamar a una familiar de la víctima y esta mujer, ante la ambigüedad de la llamada, se trasladó hasta el domicilio y al no poder abrir la puerta decidió llamar a la Policía.

Cuando se accedió al interior, el hombre afirmó que su pareja había cogido un cuchillo y se lo había clavado, pero la inspección policial llevada a cabo por un equipo formado por miembros especializados en la investigación de homicidios y Policía Científica echó por tierra esta tesis.

En su declaración de esta mañana el detenido, ante las pruebas aportadas, ha reconocido los hechos.

Pasará mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo en funciones de Guardia.

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