La mujer del bloguero saudí condenado a 1.000 latigazos por abrir una web teme que no pueda resistir una segunda tanda de azotes


Ensaf Haidar, esposa de Raif Badawi, un bloguero condenado a recibir 1.000 latigazos en público por abrir una web para fomentar el debate social y político en Arabia Saudí, teme que su marido no pueda resistir este viernes una segunda ronda de azotes, después de que la semana pasada recibiera los 50 primeros.
Haidar hizo esta denuncia a Amnistía Internacional (AI), que señaló este miércoles que las autoridades de Arabia Saudí tienen “la oportunidad de mejorar su terrible historial de derechos humanos” si detienen de inmediato la flagelación pública de Badawi.
Este activista fue condenado el año pasado a 10 años de prisión, 1.000 latigazos, una multa de un millón de riales saudíes (unos 226.000 euros) y la prohibición de utilizar medios informáticos por crear un sitio web llamado ‘Liberales saudíes’, ya cerrado por un tribunal al considerar que “insultaba al islam”.
En esa web se permitía el debate político y social y se publicaban de forma anónima comentarios considerados ofensivos para el Islam por las autoridades religiosas.
Según la información obtenida por AI, Badawi podría volver a ser azotado este viernes, después de que el pasado 9 de enero recibiera 50 latigazos tras de las oraciones delante de la mezquita Al-Jafali, en Yeda (oeste de Arabia Saudí).
"Raif me dijo que está con mucho dolor después de su flagelación, su salud es pobre y estoy segura de que no será capaz de hacer frente a una nueva ronda de azotes", apostilló Haidar, según el testimonio recogido por Amnistía Internacional.
Haidar, según AI, comunicó este hecho a sus hijos la semana pasada para que no tuvieran que enterarse por los amigos en la escuela. “Es un gran shock para ellos. La presión internacional es fundamental. Creo que si mantenemos el apoyo, finalmente dará sus frutos. Tenemos que seguir luchando”, agregó.
CONDENA DE VARIOS GOBIERNOS
El director adjunto de Amnistía Internacional en Oriente Medio y Norte de África, Said Boumedouha, señaló que “si las autoridades ignoran las críticas generalizadas y continúan sin vergüenza con la flagelación de Raif Badawi, Arabia Saudí estaría demostrando desprecio por la ley e indiferencia por la opinión internacional”.
Boumedouha señaló que los azotes y otras formas de castigo corporal están prohibidos por el derecho internacional y que, con ello, “las autoridades saudíes se burlan flagrantemente de los principios básicos de los derechos humanos”.
Los gobiernos de Alemania, Canadá, Estados Unidos y Noruega, entre otros, han emitido declaraciones de condena por la flagelación de Badawi y, según Amnistía, miles de personas en todo el mundo han expresado su indignación por el caso a través de las redes sociales, en tanto que centenares de ciudadanos se han manifestado frente a las embajadas de Arabia Saudí en todo el mundo.

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