La negociación para un gobierno de unidad griego se convierte en maratoniana

  • Las negociaciones entre los dos principales partidos griegos para formar un gobierno de unidad nacional que evite la quiebra del Estado prosiguieron hoy sin que el primer ministro, el socialista Yorgos Papandréu, y el líder conservador de Nueva Democracia, Antonis Samaras, lograran cerrar un acuerdo.

Atenas, 8 nov.- Las negociaciones entre los dos principales partidos griegos para formar un gobierno de unidad nacional que evite la quiebra del Estado prosiguieron hoy sin que el primer ministro, el socialista Yorgos Papandréu, y el líder conservador de Nueva Democracia, Antonis Samaras, lograran cerrar un acuerdo.

Fuentes oficiales apuntaron que las negociaciones, que continuaban bien entrada la noche en Atenas, pueden durar toda la noche e incluso continuar mañana miércoles.

Según el canal de televisión estatal NET, colaboradores de als dos formaciones indicaron que no están en condiciones de dar una respuesta más definida, transcurridas más de 24 horas de diatribas sobre el nombre del nuevo primer ministro, la composición del gobierno, el programa y la fecha de las elecciones anticipadas.

Por su parte, el ministro de Agricultura saliente, Costas Skandalidis, se limitó a decir al canal NET que "Papandréu está haciendo las consultas" y que no tenía más información sobre el proceso.

Agregó que "se han estado barajando diversos nombres para la jefatura de ese gobierno, incluido el del exvicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Lucas Papademos".

Una vez alcanzado un acuerdo, Papandréu debería presentar su dimisión y la de sus ministros ante el presidente heleno, Carolos Papulias, quien de acuerdo con la Constitución debe convocar un consejo de dirigentes políticos para pedirles el consenso sobre el nuevo jefe del gobierno.

Uno de los cientos de periodistas que ya han pasado 24 horas en la vereda entre el Parlamento, el Palacio presidencial y el del Gobierno, decían en "Twitter": "no vemos que haya fumata blanca hoy porque se han ido todos los funcionarios a casa".

Los dos partidos de izquierdas, el comunista KKE y el de Coalición de Izquierda radical (Syriza), dijeron que no participarán en ese Gobierno.

El nuevo ejecutivo contará con el apoyo de los dos mayores partidos, el de extrema derecha LAOS y de una formación de derecha, la Alianza democrática, dándole una amplia mayoría parlamentaria.

Papandréu se despidió hoy del consejo de ministros con un llamamiento a la unidad de todos los partidos de cara al rescate del país aprobado por la eurozona, un llamamiento que topó con los oídos sordos de los conservadores de Nueva Democracia.

El dirigente socialista, que negocia con la oposición el nombramiento de un nuevo primer ministro que dirija un Gobierno de transición hasta unos nuevos comicios, posiblemente en febrero de 2012, se dirigió en términos elogiosos a sus ministros en la reunión del Ejecutivo celebrada esta mañana.

"Fue un gran honor haber sido el primer ministro de un Gobierno que funcionó con tanta dedicación y deber nacional", dijo Papandréu a su equipo, según un comunicado difundido por su oficina.

"Estoy muy orgulloso de lo que logramos juntos. Y logramos mantener al país en pie", indicó.

El mandatario socialista destacó la importancia de "que todos los partidos, al menos los que participen en el nuevo Gobierno, los dos partidos mayoritarios, hagan un esfuerzo para encontrar soluciones comunes".

Papandréu también solicitó a sus ministros que preparen sus cartas de dimisión para acelerar la formación de un nuevo Ejecutivo.

"Es necesario, en este periodo de ajuste, que quede claro en Grecia y para nuestros socios que no existe una opinión diferente entre nosotros sobre nuestras opciones", dijo en referencia al plan de rescate financiero aprobado por la Eurozona el 26 de octubre.

Ese acuerdo condona el 50 por ciento de la deuda soberana griega por valor de 100.000 millones de euros y otorga otros 130.000 millones de euros de crédito a cambio de un compromiso de políticas de recortes de gasto, privatizaciones y despidos en el sector público.

Las negociaciones se hacen con la vista puesta hacia Bruselas, que ha exigido a Grecia que se comprometa a poner por escrito que el nuevo gobierno resultante de las negociaciones cumplirá con esas medidas.

"Tenemos dignidad nacional y no permito a nadie que ponga en duda mis declaraciones de que la implementación del acuerdo del 26 de octubre es "inevitable" para proteger a la economía del país y el euro", dijo el dirigente conservador Samarás.

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