Ginebra, 5 ago.- El relator especial de la ONU para Birmania, Tomás Ojea Quintana, constató en un visita a este país la existencia de un sentimiento contra esta organización entre la comunidad budista de la región de Rakhine, donde recientemente se vivió un grave episodio de violencia por razones religiosas.
La percepción negativa de la ONU tiene que ver con la impresión que tiene esa comunidad de que la ayuda humanitaria no se está distribuyendo de manera imparcial, explicó el experto en derechos humanos mediante un comunicado difundido en Ginebra.
Ojea concluyó este sábado una visita de seis días a Birmania con el objetivo de investigar las violaciones de los derechos humanos contra la minoría musulmana rohingya, las que causaron varias decenas de muertos y el desplazamiento forzado de 80.000 personas, así como de entrevistarse con las autoridades a ese respecto.
Esa minoría y la mayoría budista se enfrentaron hace un mes y desde entonces las fuerzas gubernamentales de seguridad mantienen enfrentamientos con la guerrilla de la etnia rohingya, en un conflicto que la ONU ha denunciado por sus consecuencias para los derechos humanos.
En ese contexto, la comunidad budista percibe una falta de neutralidad en la repartición de la ayuda que aporta esa organización internacional.
Frente a esto, Ojea pidió a las entidades que proveen ayuda en esa región de Birmania que trabajen junto con las autoridades para contrarrestar esa percepción.
Asimismo, destacó la necesidad de desarrollar una estrategia de rehabilitación y reconciliación "basada en la integración y no en la separación" de los budistas rakhine y musulmanes rohingya.
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