La pluralidad navarra: cinco escaños para cinco partidos

Javier Rodrigo.

Pamplona, 21 nov.- La pluralidad política navarra ha quedado reflejada en las elecciones generales celebradas ayer en el hecho de que los cinco escaños elegidos en la Comunidad Foral vayan a parar finalmente a otros tantos partidos (UPN, PP, PSN, Amaiur y Geroa Bai) cuando se constituya el Congreso de los Diputados.

Tras la ruptura en octubre de 2008 del pacto que habían mantenido durante 17 años, UPN y PP se volvían a presentar en coalición a estas elecciones generales con el objetivo de rentabilizar la suma de sus votos e impedir que Amaiur obtuviera un escaño en Navarra, dos objetivos que regionalistas y populares no han visto cumplidos.

La coalición, a falta del recuento del voto en el extranjero, obtiene dos escaños, los mismos que en 2008, pero el acuerdo entre ambas formaciones hará que el cabeza de lista, Carlos Salvador, de UPN, pase al grupo mixto en el Congreso, y que el segundo, José Cruz Pérez Lazaparán, del PP, se integre en el grupo popular.

A UPN le corresponde a partir de ahora lidiar una complicada situación, ya que mantienen un Gobierno de coalición con el PSN-PSOE en la Comunidad Foral y, al mismo tiempo, han concurrido a las generales con el adversario político de los socialistas, el PP, con el que deberán llegar a un obligado entendimiento en materias de interés común para Navarra y el Estado.

El nacionalismo obtiene el mejor resultado de su historia en Navarra, con un diputado para Amaiur (Sabino Cuadra) y otro para Geroa Bai (Uxue Barkos).

Estas formaciones son un exponente de la tradicional división del nacionalismo en Navarra, entre aquella visión más radical representada por la izquierda abertzale, integrada en esta ocasión en Amaiur junto a EA, Aralar y Alternatiba, y la más moderada, asumida ahora por la Geroa Bai de los independientes encabezados por Uxue Barkos, y el PNV.

Falta por ver la forma en que todas estas formaciones nacionalistas van a gestionar en Navarra la surrealista situación derivada del hecho de que Aralar, PNV e independientes sigan unidos en Nafarroa Bai 2011 en el Parlamento de Navarra, y EA y la izquierda abertzale, en Bildu en la Cámara Foral, mientras en Madrid están divididos entre Amaiur y Geroa Bai. Cuatro coaliciones con cuatro configuraciones para cinco actores principales.

El peor parado de estas elecciones, como en el resto de España, son los socialistas, que pierden un 12 por ciento de votos y se ven en la encrucijada de mantener un Gobierno de coalición con UPN, a cuya estabilidad se han comprometido reiteradamente, o romper ese compromiso con la perspectiva de unas elecciones autonómicas de resultado incierto para los socialistas.

Son datos que dan una idea de la fragmentación y reconfiguración permanente del mapa político navarro, que aún podría sufrir alguna modificación por el recuento de votos en el extranjero, debido al estrecho margen entre UPN y Geroa Bai por el quinto diputado, aunque la referencia de 2008 en ese sentido no parece indicar que vaya a haber cambios en el reparto decidido ayer.