La red de bodas de conveniencia casaba en una "parroquia VIP" del Retiro

  • Madrid.- La red internacional de matrimonios de conveniencia desmantelada por la Policía Nacional celebró más de cien bodas amañadas en once parroquias madrileñas, entre ellas la de San Manuel y San Benito, situada en la calle de Alcalá junto al parque del Retiro y muy "cotizada" entre los novios de la capital.

Un cura entre los 34 detenidos por concertar 100 matrimonios de conveniencia
Un cura entre los 34 detenidos por concertar 100 matrimonios de conveniencia

Madrid.- La red internacional de matrimonios de conveniencia desmantelada por la Policía Nacional celebró más de cien bodas amañadas en once parroquias madrileñas, entre ellas la de San Manuel y San Benito, situada en la calle de Alcalá junto al parque del Retiro y muy "cotizada" entre los novios de la capital.

Así lo han confirmado a EFE fuentes de la investigación que han dejado claro que ninguno de los párrocos estaba al tanto de que se trataba de matrimonios de conveniencia, salvo el sacerdote de origen colombiano que ha sido detenido.

El resto de las parroquias escogidas por la red como "centro de operaciones" son la de San Pedro Apóstol en Carabanchel -donde se celebraron muchos de los matrimonios-, San José Obrero, San Francisco de Asís, San Roque, Cristo de la Paz, La Ascensión del Señor, San Félix, Virgen de la Fuensanta, San Ildefonso y San Romualdo.

En el curso de la operación "Escarlata", llamada así por el personaje de Escarlata O'Hara, que no tenía escrúpulos para casarse por dinero, han sido arrestadas 34 personas, que habían concertado más de un centenar de casamientos por los que los inmigrantes irregulares pagaban entre 10.000 y 12.000 euros.

La red organizaba matrimonios entre ciudadanos colombianos, la mayoría vinculados al narcotráfico, y españoles, que cobraban unos 3.000 euros por acceder a la boda.

A cambio del dinero, los inmigrantes podían obtener un permiso de residencia en España y, posteriormente, gestionar su nacionalización.

Otra de las misiones de la banda era buscar a los testigos del enlace, a los que pagaba unos 200 euros, y se encargaba de gestionar la falsificación de los documentos.

Así, los miembros de la red falsificaban certificaciones eclesiásticas, las presentaban en el Registro Civil correspondiente y registraban el casamiento en los Libros de Registro.

La Policía se dirigirá ahora a los organismos públicos competentes para que anulen los matrimonios fraudulentos detectados, así como a la extinción de las tarjetas de permiso de residencia concedidas en virtud de ellos.

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