La República Checa elige por primera vez presidente con el voto ciudadano

  • Por primera vez en su historia, la República Checa usará este viernes y sábado el voto ciudadano para elegir al nuevo presidente, que sustituirá al polémico euroescéptico Vaclav Klaus como jefe de Estado.

Gustavo Monge

Praga, 9 ene.- Por primera vez en su historia, la República Checa usará este viernes y sábado el voto ciudadano para elegir al nuevo presidente, que sustituirá al polémico euroescéptico Vaclav Klaus como jefe de Estado.

Hoy se cierra una campaña electoral en la que debates televisivos y los discusiones en foros ciudadanos han girado en gran medida precisamente sobre el presidente saliente y la controvertida amnistía que ha decretado a finales del año pasado para poner en la calle a 7.000 presos por delitos leves.

Esa medida también ha absuelto a miles de convictos con penas condicionales y ha cerrado causas que duraban más de ocho años, la mayoría relativas a fraudes económicos de cuantía.

La financiación de la campaña, lazos con sospechosos de corrupción, infidelidades matrimoniales o la conducción en estado ebrio fueron algunos de los temas y acusaciones que surgieron en un debate televisado anoche entre los dos contendientes con más opciones, los exprimeros ministros Milos Zeman y Jan Fischer.

Con una intención de voto del 25 y 20 % respectivamente, el socialdemócrata Zeman, y Fischer, quien dirigió un Gobierno de tecnócratas entre 2009 y 2010, se perfilan como los ganadores de la primera vuelta y lucharán por el cargo, previsiblemente, en una segunda ronda el 25 y 26 de enero.

Esa segunda votación se evitaría sólo si algún candidato obtiene la mayoría absoluta de los votos.

Zeman defiende en su programa que la salida de la crisis y el fin del endeudamiento pasan por aplicar el modelo social sueco de alta progresividad fiscal y una subida del IVA, del 20 % actual al 25 %.

Además, apuesta por invertir en educación y sanidad, adelgazar la administración pública, vincular los subsidios sociales y penalizar con más tasas a los universitarios repetidores.

Por su parte, Fischer se ha presentado como un candidato independiente, que ha puesto el acento en fortalecer la economía, modernizar la función pública, fomentar la participación ciudadana en la legislación y reducir los privilegios de los políticos.

Otros tres candidatos tienen un apoyo, según los sondeos, de en torno al 10 %.

Son el actual ministro de Exteriores, Karel Schwarzenberg; el senador socialista Jiri Dienstbier; y el candidato independiente Vladimír Franz, un actor, pintor y compositor que destaca por tener tatuado el 90 % de su cuerpo.

Cierran la lista otros cuatro aspirantes a quienes los sondeos apenas dan opciones.

El ganador sustituirá a quien sido inquilino del Castillo de Praga durante los últimos diez años, el controvertido Klaus.

Euroescéptico, contrario a legalizar las uniones de homosexuales, crítico con los que advierten del cambio climático, el presidente actual se enorgullece de haber liderado las reformas económicas de los años 1990.

En 2009 puso en jaque a la Unión Europea cuando, en plena presidencia comunitaria checa, al negarse a ratificar el Tratado de Lisboa, pese a que el Parlamento de Praga lo había aprobado ya.

Este estilo contrastó con la sutileza de su antecesor, el fallecido dramaturgo y disidente comunista Vaclav Havel, y desató airadas protestas de quienes vieron en sus acciones una injerencia en las competencias del Ejecutivo.

Aunque el sistema político de la República Checa no es presidencialista, parte del sector político aboga por recortar más aún las competencias del jefe del Estado.

Éste nombra a los jueces del Tribunal Constitucional, y a su presidente y vicepresidente; a los miembros del Consejo del Banco Nacional Checo; al presidente y al vicepresidente del Tribunal de Cuentas; y a los generales del Ejército, además de poder vetar leyes y decretar amnistías e indultos.

La votación directa del presidente fue acordada en 2012, modificando así la elección parlamentaria, aunque las competencias del Jefe del Estado no varían sustancialmente por ese cambio.

Los 8,5 millones de votantes checos podrán acudir a las urnas el viernes de 12.00 a 20.00 GMT y el sábado de 06.00 a 12.00 GMT.

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