Madrid, 16 nov.- La tasa de mortalidad en las cárceles españolas ha descendido en la última década, al pasar de 3,55 por cada mil internos en el año 2001 a 2,41 en 2011, según ha asegurado el Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria.
Esta disminución, según el Ejecutivo, "está estrechamente ligada a la ejecución de los diversos programas de atención desarrollados en los centros penitenciarios".
En contestación a una pregunta de Jon Iñarritu, de Amaiur, con fecha de 17 de septiembre, el Gobierno contesta que "están pendientes de determinar" las causas del fallecimiento de un preso de la prisión de Zaballa (Álava), ocurrido el pasado día 10 de junio.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias abrió el correspondiente expediente de información reservada, mientras que el Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria abrió diligencias para esclarecer las circunstancias.
El Gobierno explica que siempre que se produce un fallecimiento en prisión se inicia una investigación, "tanto de las causas como de las circunstancias" por parte de la Administración penitenciaria y la autoridad judicial competente.
Además, añade el Gobierno, "ni es posible" ni la Administración "pretende" ocultar un fallecimiento en prisión, "ya que éste es inmediatamente comunicado al juzgado, que tiene que levantar el cadáver, y a los familiares que, ante cualquier eventualidad, pueden acudir a los órganos judiciales".
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