La UE respaldará un suavizado pacto de competitividad para contentar a Berlín

Bruselas.- La cumbre de la eurozona apoyará hoy un pacto para impulsar la competitividad de la región a fin de cumplir las exigencias de Alemania y doblegar sus reparos a reformar el fondo de rescate para países endeudados, que se considera fundamental para afrontar un resurgimiento de la crisis de la deuda.

Los jefes de Estado y de Gobierno del euro, reunidos en Bruselas, tienen previsto dar un primer visto bueno al documento elaborado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y rebautizado como "pacto por el euro" para evitar una denominación demasiado asociada al pacto impulsado por Alemania, que había levantado ampollas.

El texto, que ya recibió el visto bueno de los técnicos de los Veintisiete el pasado martes, suaviza algunas de las polémicas ideas iniciales de Berlín y deja en manos de los gobiernos decidir cómo y cuándo se aplicarán para evitar el rechazo de algunos socios.

En virtud del acuerdo, los países del euro deberán anunciar compromisos anuales en una serie de materias de competencia nacional -muy similares a las señaladas por Alemania-, sobre las que tendrán que presentar resultados en 12 meses, aunque no se establecen sanciones ni instrumentos para hacer cumplir lo prometido.

Los objetivos incluyen adaptar la edad de jubilación con la esperanza de vida; controlar los costes salariales y alinearlos con la productividad; flexibilizar el mercado de trabajo, incluir frenos a la deuda y el déficit en las legislaciones nacionales y una mayor coordinación del impuesto de sociedades.

Los primeros compromisos nacionales deberán ser presentados al máximo nivel durante la cumbre que comienza el próximo día 24 de marzo o en la siguiente reunión, en junio.

Aunque este pacto se ha visto con escepticismo por las instituciones comunitarias ya que se plantea como un acuerdo entre países fuera del método europeo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, destacó esta semana que podría suponer una contribución extra a la coordinación de las políticas de la zona, más allá de las medidas que ya están siendo discutidas.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha impulsado esta iniciativa como condición para aceptar una reforma del fondo de rescate europeo, del que es el principal país contribuyente y que suscita importantes reticencias en su electorado.

Aprobado en mayo de 2010 para evitar un contagio de la crisis griega, el fondo fue rápidamente cuestionado por el tamaño de las economías en peligro y porque su capacidad de financiación es inferior a los 750.000 millones comprometidos.

Los detalles de la reforma (cantidad total, tipos de interés e instrumentos de aplicación) siguen negociándose aún, señaló hoy un destacado funcionario europeo.

La reforma permitiría incrementar su capacidad y otorgarle nuevos usos para que los países en apuros pudieran acogerse a la solidaridad de sus socios sin tener que hacer frente a las duras exigencias de los rescates al uso, como los aplicados para Grecia e Irlanda.

Este punto es fundamental ante el agravamiento de la crisis en Portugal, cuya deuda se sitúa a intereses superiores al 7 %, y que se resiste a aceptar la costosa asistencia financiera de sus socios.

La aprobación del pacto de competitividad también podría ablandar a Alemania para que acepte suavizar las duras condiciones exigidas en los préstamos a Atenas y Dublín, que algunas voces han denunciado por considerar que frenará la recuperación económica de estos países.

Así, la cumbre de mañana discutirá la petición del nuevo primer ministro irlandés, Enda Kenny, para reducir los tipos de interés de los préstamos, una cuestión que se extendería también a Grecia. "Es parte de la negociación", recalcó el funcionario europeo.

El pacto de competitividad y el fondo de rescate forman parte de un paquete global de medidas contra la crisis de la deuda que también se discutirá mañana pero sobre el que no se esperan acuerdos hasta la cumbre del 24 y 25 de marzo.

Todo el paquete pretende crear el embrión de un auténtico gobierno económico de la UE, asignatura pendiente desde el nacimiento del euro, que creó una unión monetaria pero dejó sin atar la parte económica.

En este sentido, estas dos cumbres y la reunión ministerial -quizá dos- previstas en las próximas dos semanas serán decisivas para el futuro del euro, pero también para las economías más afectadas por las turbulencias de los mercados de deuda.

"Las decisiones que se tomen en la Unión Europea serán decisivas para España y Portugal", reconoció recientemente el primer ministro griego, Yorgos Papandréu.

María Gómez Silva