La UE ve "creíble y transparente" el escrutinio de las elecciones en Mali

  • La alta representante de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, afirmó hoy que el escrutinio de las elecciones presidenciales en Mali se ha desarrollado de forma "creíble y transparente", y pidió a todos los partidos nacionales que respeten los resultados de los comicios.

Bruselas, 12 ago.- La alta representante de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, afirmó hoy que el escrutinio de las elecciones presidenciales en Mali se ha desarrollado de forma "creíble y transparente", y pidió a todos los partidos nacionales que respeten los resultados de los comicios.

"Mali acaba de superar una etapa muy importante en el proceso de retorno al orden constitucional", señaló en un comunicado Ashton, en alusión a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el pasado domingo.

La misión de observación enviada por la UE "ha constatado que el escrutinio de los comicios presidenciales se desarrolló de forma creíble y transparente", afirmó la jefa de la diplomacia europea.

Ashton pidió a todos los candidatos y partidos políticos "que acepten el veredicto de las urnas y apoyen al futuro Gobierno" en sus esfuerzos "para construir una paz duradera y restaurar la unidad nacional".

La UE "continuará apoyando al pueblo malí y a las autoridades nacionales en estos esfuerzos", recalcó la alta responsable de la política exterior comunitaria.

Unos 6.800.000 electores estaban llamados el pasado domingo a elegir entre uno de los dos candidatos más votados en la cita del 28 de julio: el exprimer ministro Ibrahim Bubakar Keita, favorito después de haber logrado casi el 40 por ciento de los votos en la primera cita electoral y el exministro de Finanzas, Sumalia Cissé, que no ha perdido la esperanza de remontar los 20 puntos que le separan de Keita.

La segunda vuelta de las elecciones se desarrolló sin incidentes y con una participación inferior a la primera jornada, en la que se registró una participación del 49 por ciento.

Los comicios fueron supervisados por unos 6.000 observadores nacionales e internacionales, entre ellos un centenar de la Unión Europea.

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