La violencia de México aún no impacta el proceso electoral

  • Las autoridades electorales de México están preocupadas por el efecto que pueda tener la inseguridad del país en la organización de los comicios del 1 de julio, pero, según afirmaron hoy, de momento el proceso va "bastante bien".

México, 30 may.- Las autoridades electorales de México están preocupadas por el efecto que pueda tener la inseguridad del país en la organización de los comicios del 1 de julio, pero, según afirmaron hoy, de momento el proceso va "bastante bien".

México está convocado el 1 de julio para una votación que será la mayor y más completa en toda la historia del país, según el Instituto Federal Electoral (IFE), una jornada en la que se elegirá al presidente y a otros 2.126 cargos públicos.

Los comicios se llevarán a cabo mientras el país sufre una ola de violencia ligada a las acciones del crimen organizado, que en los últimos cinco años ha causado unos 50.000 muertos y que ha dejado bajo control de delincuentes muchas zonas rurales del país.

El presidente del IFE, Leonardo Valdés, dijo hoy en una reunión con corresponsales extranjeros que unas 2.400 secciones geográficas, de un total de 66.000, han recibido una "atención especial" por su inseguridad.

Esas son áreas en las que se deben aplicar "acciones específicas" con el fin de organizar el proceso, entrevistar a potenciales agentes electorales y capacitarlos para que estén listos el día de la votación.

"Afortunadamente, no ha habido ningún incidente (grave) entre los capacitadores y los adiestradores", afirmó Valdés, con señal de alivio. "Sí, estamos preocupados, pero nos ha ido bastante bien", agregó.

Desde hace meses, el IFE está formando a las personas que participarán en el proceso como agentes electorales en las mesas de votación que en total serán un millón de ciudadanos los que se encargarán de las 143.190 casillas.

Los próximos comicios serán los mayores en la historia del país tanto por el tamaño del padrón electoral (79,4 millones de votantes) como por el número de cargos que serán elegidos, desde el nivel presidencial hasta el municipal.

Muchos municipios del interior de México están controlados por grupos del crimen organizado que imponen sus normas y su ley a las autoridades locales, escapando al control del Gobierno federal o de las autoridades estatales.

Estas organizaciones tendrán una especial influencia en la elección de las autoridades municipales, tanto con dinero como con la coerción del voto, pero Valdés descarta que su injerencia se extienda a otros niveles superiores de poder.

"Para este tipo de actividades (de los grupos de delincuentes) prima el interés local, pienso yo, y no les es atractivo influir en senadores, diputados o jefes de Estado", agregó el titular del IFE.

Ese control sobre las autoridades municipales les permite a los cárteles de la droga y otras organizaciones criminales dominar rutas de trasiego de narcóticos y determinadas áreas.

Además del nuevo presidente, con un mandato de seis años, los mexicanos designarán el 1 de julio a todos los diputados, la mitad del Senado, gobernadores de seis estados, el jefe del Distrito Federal y centenares de diputados estatales y representantes municipales.

Valdés confirmó que las autoridades darán a conocer en la misma noche de la votación los resultados de una muestra de urnas elegidas estadísticamente que aportarán los datos para un "conteo rápido" que permitirá conocer la tendencia del resultado final.

Ese resultado, aportado por unas 8.000 mesas de votación, estará disponible antes de la medianoche de la jornada del sufragio, mientras que los resultados provisionales casi totales se espera que estén listos en la noche del día posterior a la votación.

En la última elección presidencial, en el 2006, que ganó Felipe Calderón, también se hizo ese "conteo rápido", pero como la diferencia que dio estaba dentro del margen de error, las autoridades electorales decidieron no hacerlo público.

Calderón ganó la votación con una diferencia de 0,56 puntos porcentuales sobre su inmediato seguidor, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

El presidente del IFE anunció que, en esta ocasión, será dado a conocer el resultado de ese "conteo rápido", aunque la diferencia entre los dos primeros sea muy escasa.

Las encuestas previas dan el primer lugar a Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el grupo que acaparó el poder en México desde 1929 hasta el año 2000, seguido de López Obrador y de la aspirante del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota.

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