Larrañaga asegura a Ibar que la sociedad española "lucha" por él

San Sebastián, 31 dic.- El joven hispano-filipino Paco Larrañaga, que fue condenado a muerte en el país asiático y que actualmente cumple condena en España, ha escrito una carta en la que da ánimos a Pablo Ibar, recluido en los EEUU en el corredor de la muerte, y le recuerda que la sociedad española "lucha" por él.

Paco Larrañaga, de padre vasco y madre asiática, fue declarado culpable en Filipinas del secuestro, violación y asesinato en 1997 de dos hermanas y, cinco años después, el Tribunal Supremo de aquel país le condenó a muerte, aunque la pena le fue conmutada en 2006 por la de cadena perpetua, equivalente a 40 años efectivos de prisión, que cumple ahora en la cárcel donostiarra de Martutene.

Por su parte, Pablo Ibar, de origen guipuzcoano al igual que Larrañaga, fue condenado a muerte en 2000, tras un juicio declarado nulo en 1998, y desde entonces está en el corredor de la muerte en un penal de los Estados Unidos por un triple asesinato.

Según publica hoy El Diario Vasco, Larrañaga dice en su carta que sabe por propia experiencia que "es muy duro" pasar la Navidad en el corredor de la muerte, pide a Pablo que mantenga el ánimo alto y le recuerda que de la misma forma que a él la sociedad española le rescató y le "salvó la vida", está seguro de que también "lucha" ahora por Ibar.

En su misiva, Paco se muestra convencido de que también él y Pablo lucharán un día "juntos" por "la abolición de la pena de muerte en el mundo".

"Matar nunca es la solución. La sociedad debe prosperar y entender que imponer un castigo no es justificación suficiente para acabar con una vida humana, sea o no culpable de cometer un crimen similar", afirma Larrañaga.

Por ello, el joven hispano-filipino pide "humildemente al pueblo español" que exija de forma activa al Gobierno de Estados Unidos que "no acabe con la vida de su compatriota. Nadie debe sentir indiferencia ante la pérdida de una vida humana", advierte.

"Pueden encerrar tu cuerpo pero nunca podrán encerrar tu mente. Tus sueños son libres. Eres libre para elegir seguir luchando por la verdad y la justicia. Yo también sigo luchando», concluye la carta de Larrañaga.