Las elecciones europeas se convierten en Grecia en referendo sobre Gobierno

  • Las elecciones europeas del próximo domingo se han convertido en Grecia en una prueba de fuego para la supervivencia de la coalición de Gobierno entre conservadores y socialdemócratas y en un plebiscito de sus políticas de reforma.

Ingrid Haack

Atenas, 23 may.- Las elecciones europeas del próximo domingo se han convertido en Grecia en una prueba de fuego para la supervivencia de la coalición de Gobierno entre conservadores y socialdemócratas y en un plebiscito de sus políticas de reforma.

La convocatoria a las europeas coincide con la segunda vuelta de los comicios regionales y locales, por lo que la cita en las urnas ha adquirido una triple relevancia.

Los políticos han dado especial importancia a las europeas, no tanto por contenidos como por el hecho de que serán el verdadero termómetro del sentir general, función que no pueden cumplir los comicios municipales y regionales por las características especiales que tiene la política local y porque en esta ocasión se han presentado un sinnúmero de candidatos independientes.

Las elecciones al Parlamento Europeo serán sobre todo un duelo entre las dos principales figuras políticas: el primer ministro conservador, Andonis Samarás, y el líder de la izquierda radical, Alexis Tsipras.

El primero tiene la oportunidad de demostrar si la ciudadanía confía en su insistente mensaje de que Grecia está a punto de salir de la crisis y de independizarse de la troika de acreedores, mientras que el segundo podrá ver si su discurso contra los ajustes tiene suficiente calado como para ganar unas elecciones.

En un acto de campaña esta semana, Samarás prometió la creación de más de medio millón de puestos de trabajo en los próximos cuatro años, y una reducción considerable de los impuestos, un objetivo muy parecido al que proclamó antes de ganar las elecciones generales de 2012, cuando el paro estaba lejos de alcanzar el 26 % actual.

Tsipras, por su parte, ha llamado abiertamente a convertir las elecciones en un referéndum a la política de ajustes impuesta por la troika de acreedores.

Como candidato a presidir la Comisión Europea por el Partido de la Izquierda Europeo, Tsipras ha imprimido a la campaña una nota algo más europea que sus rivales, y ha propuesto un Nuevo Contrato Social Europeo, la abolición inmediata de las políticas de austeridad y la celebración de una conferencia europea sobre la deuda, que permita una gestión colectiva de la deuda de todos los países afectados por la crisis.

La apuesta de Syriza en estos comicios europeos es sacar un resultado lo suficientemente potente como para poder reclamar la convocatoria de elecciones anticipadas.

En una entrevista esta semana con la cadena de televisión privada Skai, Tsipras puso por primera vez cifras a esta apuesta al decir que una ventaja de entre cuatro y seis puntos porcentuales frente a la Nueva Democracia de Samarás "traería consigo consecuencias políticas", un objetivo ambicioso si se tiene en cuenta que ambos partidos van prácticamente empatados en las encuestas.

Otro factor importante que podría hacer cambiar la aritmética del poder gubernamental es el resultado que obtenga el socio del Gobierno, el socialdemócrata Pasok, que de ser un partido potente durante cuarenta años ha pasado a rondar un 6 % en las encuestas.

Su líder, Evángelos Venizelos, dejó entrever durante la campaña que si su partido no saca en las elecciones europeas un resultado digno, no podrá permanecer en el Gobierno por falta de legitimidad popular, algo que dudan los que conocen su afección al poder.

Las miradas estarán además puestas en el porcentaje que puedan sacar los neonazis de Amanecer Dorado, que pese a tener a parte de su cúpula en la cárcel por presuntas actividades criminales, no parecen haber perdido atractivo como partido de protesta.

En la primera vuelta de las elecciones locales y regionales el candidato y portavoz de Amanecer Dorado, Ilias Kasiriadis, logró en Atenas nada menos que el 16 %, pese a que él mismo es uno de los imputados; en toda Grecia obtuvo algo más del 8 %, un resultado superior al de las generales de 2012, lo que demuestra que al ciudadano poco parece interesarle sus problemas con la Ley.

Las últimas encuestas dan a Syriza en torno al 25 %, mientras que los conservadores rondarían el 22,5 %. Los neonazis se situarían en tercer lugar, con el 8,5 %.

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