Las filas de Merkel, ante la prueba de fuego electoral en Baden-Württemberg

  • Berlín.- La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel pasará mañana su gran prueba de fuego del año electoral alemán con los comicios de Baden-Württemberg, donde los sondeos apuntan a que perderá el poder tras 60 años, mientras en Renania-Palatinado se perfila una victoria socialdemócrata.

Las filas de Merkel, ante la prueba de fuego electoral en Baden-Württemberg
Las filas de Merkel, ante la prueba de fuego electoral en Baden-Württemberg

Berlín.- La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel pasará mañana su gran prueba de fuego del año electoral alemán con los comicios de Baden-Württemberg, donde los sondeos apuntan a que perderá el poder tras 60 años, mientras en Renania-Palatinado se perfila una victoria socialdemócrata.

Si las encuestas no fallan, Baden-Württemberg, sinónimo de poderío industrial, vivirá mañana una doble sensación: la CDU dejará de ser fuerza gubernamental y los Verdes colocarán por primera vez a uno de los suyos, Winfried Kretschmann, al frente de un "Land".

La alarma por la catástrofe nuclear de Fukushima ha dado un último impulso a la candidatura de Kretschmann, un ecopacifista de 62 años considerado un clásico en esa formación, aspirante a protagonizar lo que sería una hazaña para el partido.

Los sondeos señalaban semanas atrás, mucho antes del seísmo japonés, un relevo en el poder de la coalición de centroderecha del "Land", que dirige el poco carismático Stefan Mappus, a favor de una alianza entre socialdemócratas y verdes, empatados a puntos.

Los roji-verdes aventajan según los últimos pronósticos en unos cuatro puntos a la coalición de Mappus -CDU más liberales, como la que dirige Merkel en Berlín-, con tendencia a que el partido de Kretschmann acabe superando a sus futuros aliados e invierta así el esquema tradicional de socio menor de los socialdemócratas.

Baden-Württemberg, donde se concentran cuatro de los 17 reactores nucleares de Alemania, es feudo conservador desde hace casi seis décadas, pero a la vez es un "Land" donde los Verdes están implantados en todas sus capas sociales. Es, además, el estado del actual presidente Verde, el germano-turco Cem Özdemir.

Mientras en ese estado federado, con 7,8 millones de electores, se vislumbra tal vuelco político, en Renania-Palatinado, con algo más de 3 millones de ciudadanos convocados a las urnas, la pregunta es si su primer ministro y expresidente socialdemócrata, Kurt Beck, defenderá su mayoría absoluta o deberá formar coalición.

Los sondeos pronostican una coalición roji-verde, liderada por Beck, en el cargo desde 1994, como constelación más probable tras las elecciones del domingo.

De confirmarse los pronósticos en ambos "Länder" -es decir, relevo en Baden-Württemberg con victoria de Kretschmann y fin de la mayoría absoluta socialdemócrata en Renania-Palatinado-, el panorama político alemán vivirá una sacudida por partida doble.

A finales del pasado año se barajaba una eventual búsqueda de sucesor para Merkel, en caso de derrota de su coalición en Baden-Württemberg, para lo que se daba como sólido candidato al entonces carismático ministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg.

La dimisión de éste, a principios de mes, a consecuencia de las acusaciones de plagio de su tesis doctoral, ha dejado a las filas de Merkel sin ese "Plan B" -se habla de una resurrección de Guttenberg, pero a medio plazo-.

Las últimas decisiones de Merkel en materia nuclear -cierre de varias plantas y moratoria en el plan de prolongar la vida de los reactores más seguros- y su ambigua postura respecto a Libia -desmarcándose de la intervención impulsada por Francia y otros aliados- se perciben como emanadas de la emergencia electoral.

Por si ello fuera poco, su ministro de Economía, el liberal Rainer Brüderle, apuntaló esa percepción al afirmar, en un encuentro con representantes de la gran industria, esta misma semana, que los planes en materia nuclear eran atribuibles al calendario electoral.

Brüderle desmintió luego haber pronunciado esas palabras, pero el mal ya está hecho y, encima, en la recta final de unas elecciones sobre las que pesan demasiados impactos -Japón y Libia- como para poder limitar sus resultados al ámbito regional.

Los Verdes estaban ya en plena emergencia hace meses y acarician ahora una hazaña, en un año electoral que arrancó mal para Merkel.

La primera de las siete elecciones regionales del año, el pasado febrero, en Hamburgo, se zanjó con derrota de la CDU y mayoría absoluta para los socialdemócratas.

Hace una semana las filas de Merkel se dieron un respiro al imponerse en Sajonia-Anhalt. Pero la gran prueba del año es la doble elección de mañana en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado.

Gemma Casadevall

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