Las municipales de Kosovo: prueba de fuego para la relación con Serbia

  • Las elecciones municipales del próximo domingo en Kosovo constituyen una prueba de fuego para hacer realidad el acuerdo histórico entre Serbia y su antigua provincia a fin de normalizar sus relaciones, y determinarán el futuro europeo de ambas partes.

Snezana Stanojevic

Belgrado, 30 oct.- Las elecciones municipales del próximo domingo en Kosovo constituyen una prueba de fuego para hacer realidad el acuerdo histórico entre Serbia y su antigua provincia a fin de normalizar sus relaciones, y determinarán el futuro europeo de ambas partes.

Estos comicios son los primeros que se celebran en todo el territorio kosovar, ya que hasta ahora los serbios del norte habían boicoteado cualquier votación convocada por el Gobierno de Pristina, cuya autoridad no reconocen.

Por eso, la participación de los serbios del norte será de gran importancia para el éxito de estas elecciones, de las que saldrán los alcaldes y concejales de 38 municipios.

Pese a que Serbia ha bendecido estos comicios y animado a participar, muchos serbokosovares se resisten, al entender que suponen reconocer "de facto" la renuncia de Belgrado a parte de su territorio.

El acuerdo cerrado el pasado abril entre Serbia y Kosovo, alcanzado tras medio año de negociaciones bajo el auspicio de la Unión Europea, otorga a los serbokosovares un alto nivel de autonomía, aunque sometida a la legislación kosovar.

Las dos partes pactaron que tras las municipales se cree una comunidad de municipios serbios con Gobierno, Parlamento, Policía y Justicia propios y competencias en economía, educación y sanidad.

Así, las instituciones serbokosovares contarán con el reconocimiento internacional y de Pristina, acabando así con lo que se venía considerando una estructura "paralela" e ilegítima.

Estas elecciones podrían marcar el comienzo del fin de una enemistad, entre Serbia y Kosovo, y en particular entre serbios y albaneses de Kosovo, que se prolonga desde hace décadas.

El movimiento separatista kosovar, reprimido duramente durante años por Serbia, estalló en una guerra en 1998 y 1999, en la que la OTAN acabó interviniendo contra los excesos serbios.

En febrero de 2008, Kosovo declaró unilateralmente su independencia, no reconocida aún por Serbia.

Pese al acuerdo de abril, Belgrado y Pristina evitan pronunciarse sobre el estatus de Kosovo como Estado, por lo que ni siquiera las papeletas electorales mostrarán los símbolos kosovares, pese a los intentos de las autoridades albanokosovares en ese sentido.

Aunque hay muchos serbios que critican el acuerdo y las elecciones, hay otros que creen que la creación de esa comunidad de municipios refuerza su posición y supone el fin del sueño de un Kosovo plenamente independiente.

"En estas elecciones lucharemos por lograr una posición mucho mejor, reforzar las instituciones de Serbia, la presencia del Gobierno, y seremos una barrera infranqueable a la llamada independencia de Kosovo", declaró Krstimir Pantic.

Este serbio kosovar es un candidato apoyado por Belgrado para la alcaldía de la dividida ciudad de Mitrovica, en el norte de Kosovo.

Pristina, a su vez, interpreta que si las elecciones se celebran bajo su legislación, Kosovo confirma su condición de Estado independiente, reconocido por más de cien países, entre ellas EEUU y la mayoría de socios de la UE.

Belgrado ha tratado de asegurar la unidad entre los serbios de Kosovo, concentrando su apoyo en la Iniciativa cívica "Srpska", sólo una de las docenas de formaciones que se presentan.

En el centro y sur kosovar, donde los serbios viven en enclaves rodeados de albaneses y están más integrados en las instituciones de Pristina, concurre el Partido Liberal Serbio, miembro del Gobierno de Kosovo, dominado por los albaneses.

Los serbios han denunciado que Pristina ha manipulado el censo electoral, su falta de representación en la Comisión Electoral y el no acceso a las listas de votantes.

Los datos oficiales cifran en 1,7 millones los ciudadanos con derecho a voto, una cifra considerada exagerada dado que se acerca casi al número total de habitantes del territorio.

Entre los albaneses, que son una contundente mayoría de población kosovar, los partidos con más opciones para ganar los comicios son el Partido Democrático del primer ministro y exlíder guerrillero Hashim Thaci.

Le siguen la histórica formación Liga Democrática de Kosovo, el independentista radical Vetevendosje y la Alianza para el Futuro de Kosovo, dirigida por otro exjefe guerrillero.

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