Las piedras para el Peñón amenazan el karst de Utrera, según Ecologistas

  • Las piedras destinadas a los denunciados rellenos de Gibraltar provienen de una cantera que amenaza el Karst de Utrera, una estructura geológica fundamental para las reservas hídricas subterráneas, señala el grupo Ecologistas en Acción que ha reclamado su protección como "paraje natural".

Madrid, 23 ago.- Las piedras destinadas a los denunciados rellenos de Gibraltar provienen de una cantera que amenaza el Karst de Utrera, una estructura geológica fundamental para las reservas hídricas subterráneas, señala el grupo Ecologistas en Acción que ha reclamado su protección como "paraje natural".

Independientemente del destino de las rocas, han señalado en una nota de prensa, la extracción pone en peligro desde hace décadas "uno de los lugares más singulares" de la sierra de la Utrera, 500 hectáreas de superficie de alto valor biológico, geológico, histórico y geofísico, dicen.

El yacimiento se explota desde hace mas de 20 años, pero se volvió más agresivo hacia 2006, cuando empezó la extracción en superficie, frente a la de profundidad, en busca de "material menos noble que se usa de relleno", precisa el comunicado.

La sierra fue incluida en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa del Sol y declarada "zona de interés territorial", una figura de protección "limitada".

La zona, explican, exceptuando la cantera, ha sido propuesta como "paisaje protegido", medida sobre la que deberá decidir la Junta de Andalucía.

Ecologistas en Acción considera que la defensa de un lugar "tan singular" debe avanzar hacia una protección más eficiente y se deben tomar medidas para salvaguardar el karst, "más aun cuando sus piedras se están utilizando para ganar terreno al mar".

La Sierra de la Utrera en el término municipal de Casares, es el karst más meridional de toda Europa, y sus valores naturales se concentran en distintos ecosistemas, muy especialmente de flora y fauna amenazada, con especies animales tan importantes como el águila-azor perdicera, el alimoche o la nutria.

Su valor geológico, agregan los ecologistas, "es enorme", por su completo muestrario de estructuras y fósiles de animales y plantas, como los típicos ammonites.

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