Las prerrogativas presidenciales dividen a los políticos tunecinos

  • El reparto de las prerrogativas entre los presidentes del país, Gobierno y Parlamento ha desatado críticas fuera y dentro de la Asamblea Nacional Constituyente tunecina, donde se discute una ley para regular los poderes de estos tres cargos clave.

Miguel Albarracín

Túnez, 1 dic.- El reparto de las prerrogativas entre los presidentes del país, Gobierno y Parlamento ha desatado críticas fuera y dentro de la Asamblea Nacional Constituyente tunecina, donde se discute una ley para regular los poderes de estos tres cargos clave.

Habib Kethr, presidente de la comisión encargada de la elaboración del documento, cuya aprobación es necesaria para la posterior formación de un Ejecutivo, subrayó que el poder estará centralizado en el jefe del Gobierno y no en el presidente de la República.

"Nuestra labor no es la institución de un régimen presidencial ni parlamentario, sino más bien elaborar un modelo de repartición equilibrado de los poderes que será, según algunos, próximo a un régimen parlamentario, y según otros, cercano a un régimen presidencial modificado", dijo Kethr, miembro del partido conservador islámico Al Nahda, mayoritario en la Asamblea.

Kethr precisó a Efe que las prerrogativas del presidente del Estado "no serán formales", como critican los detractores del proyecto.

Sin embargo, el diputado del opositor Partido Democrático Popular (PDP), Mahdi ben Garbía, criticó veladamente al movimiento Al Nahda, y lo acusó de querer otorgar "amplias prerrogativas" a la presidencia del Gobierno, que según indicó "serían similares a las que ya disponía el ex presidente Zin el Abidin ben Ali", que abandonó el país el 14 de enero tras un mes de protestas populares.

Según Garbía, la acumulación de poder se agravaría en caso de que se declarara el estado de emergencia, actualmente vigente.

El profesor de Derecho Constitucional Yauhar ben Mabarek aseguró a Efe que si se adopta el actual proyecto de Ley, el primer ministro, "por primera vez en la historia del país, elegirá hasta al gobernador del Banco Central de Túnez y firmará todas las decisiones ministeriales".

"Los poderes que le deja al presidente de la República se limitan a competencias de figurante dominado por el jefe del gobierno: sancionar las decisiones del primer ministro para el nombramiento de altos funcionarios del estado, embajadores y el muftí de la República, sin posibilidad de proponer o de nombrar a uno", agregó.

Asimismo, el presidente rubricará los tratados internacionales ya ratificadas por la Asamblea, las leyes que esta vote o recibirá las credenciales de los futuros embajadores.

Para el experto, los poderes de la Asamblea "están cortados a medida del Gobierno", que estará controlado por un tripartito encabezado por Al Nahda.

"La aprobación del ejecutivo y de su política será por mayoría simple, mientras que para un voto de confianza se exigirá la mayoría de dos tercios" subrayó.

Además, Garbi calificó de "muy grave" que el documento que se está discutiendo estipule que la aprobación de los artículos de la Constitución sea por mayoría simple, al igual que la de la Carta Magna en su totalidad, en caso de que en una primera votación no se acepte por una mayoría de tres cuartos.

El proyecto de Ley tampoco hace referencia a la posibilidad de que se someta a referéndum la aprobación de la Constitución, tal y como explicó el profesor.

En su editorial de ayer, el periódico "La Presse" mostraba sin ambages sus temores y aseguraba que planeaba sobre Túnez "el espectro de una nueva dictadura" que será impuesta por "una mayoría que obtuvo la legitimidad en las urnas".

En el seno de la comisión parlamentaria, el tripartito que ostenta la mayoría, Al Nahda, con 89 de los 217 escaños, el Consejo por la República (CPR), con 29, y el Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL-Takatol), con 20, tampoco ha alcanzado un acuerdo.

Los miembros de Al Nahda, que según un pacto alcanzado con sus socios dirigirá el Gobierno, están a favor del proyecto. No obstante, el CPR, cuyo secretario general está llamado a presidir el país, y el Takatol, cuyo máximo dirigente Mustafa ben Yafaar ya ha sido elegido presidente de la Asamblea, se han pronunciado en contra.

Las divisiones han conducido, según la agencia oficial tunecina, a la suspensión de los trabajos de la comisión sin un acuerdo aparente, mientras unos 3.000 tunecinos se manifestaban frente a la sede del Parlamento para mostrar su rechazo al proyecto.

Convocada por una docena de asociaciones civiles y algunos partidos políticos de la oposición, los manifestantes han decidido comenzar una acampada de protesta, informaron sus organizadores a Efe.

"Estamos aquí porque hicimos una revolución para acabar con una dictadura y no queremos ni que se instale otra nueva dictadura, ni que nos secuestren nuestra revolución" declaró uno de los organizadores del denominado Movimiento 24 de Octubre.

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