Las próximas etapas del cambio político en Birmania

  • La victoria anunciada de la opositora Liga Nacional por la Democracia en las elecciones legislativas del domingo anuncia un importante cambio político en Birmania que comenzará con la instalación del nuevo parlamento en 2016.

Estas son las próximas etapas del cambio político.

La nueva cámara entrará en funciones a comienzos de 2016, en febrero o marzo.

De momento, el Parlamento saliente seguirá reuniéndose hasta el 30 de enero, en un ambiente extraño, ya que sólo habrá 44 diputados de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido de la opositora Aung San Suu Kyi, frente a los 331 diputados de la USDP, el partido creado por la junta militar en 2010, un año antes de autodisolverse.

Aung San Suu Kyi, que augura un triunfo aplastante en las últimas legislativas, se verá en la situación ubuesca de tener que votar durante varias semanas leyes propuestas por el poder saliente.

Por eso, su nueva mayoría (que está por confirmarse) será virtual en un primer momento.

Una vez en marcha, el nuevo Parlamento deberá elegir al presidente de la República.

Según la Constitución de 2008, heredada de la junta militar, para la elección del presidente el Parlamento votará en tres grupos: los diputados electos de la cámara alta, los de la cámara baja, y los diputados militares no electos (el 25%).

Cada grupo podrá proponer a su candidato. La votación se celebrará luego en una sesión conjunta.

Aung San Suu Kyi no podrá presentarse, a causa de un artículo de la Constitución que excluye de la función suprema a quienes tengan hijos de nacionalidad extranjera. La interesada ha dicho sin embargo que tiene "un plan" y que estará "por encima del presidente".

Incluso con mayoría absoluta en el Parlamento, la LND no controlará algunos ministerios clave. El ministro de Defensa y el de Interior serán nombrados directamente por el jefe del ejército.

Aung San Suu Kyi tendrá margen de maniobra en la diplomacia, la sanidad y la educación, sectores arruinados después de décadas de dictadura militar, o dejados en cualquier caso de lado en los últimos cuatro años.

Toda modificación de la Constitución requiere la aprobación de más del 75% de los diputados, lo que otorga al ejército un derecho de veto, ya que un cuarto de los escaños está reservado a militares no electos.

Sin su consentimiento no podrá modificarse la Constitución, y Aung San Suu Kyi nunca será presidenta.

Además, en el organigrama del poder, el órgano más importante sigue siendo el Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional, dominado por los militares.

tib/dth/avl.zm

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